El cambio podría anunciar el final de un exceso de oferta mundial que se generó durante una guerra de precios de dos años.
El viernes -por primera vez en seis años-, se activó una regla en uno de los índices más populares del mercado de materias primas, lo que obligó a los fondos que siguen el indicador a vender futuros del Brent para diciembre y comprar contratos para junio.
La regla del llamado S&P GSCI Enhanced Commodity Index busca asegurar que los inversores están posicionados para hacer efectivo cuando los fundamentos del mercado del petróleo cambian. Esa estructura, conocida como backwardation, se da en el mercado de futuros cuando el precio actual de la materia prima se vuelve más alto que el precio para entrega a meses o años.
Favorece a los poseedores de fondos transados en bolsa, o ETF, sobre futuros pues con el roll over ganan dinero.
Cuando el mercado tiene sobreoferta, se produce lo opuesto: es más barato comprar crudo ahora que hacerlo a futuro. La estructura es denominada "contango".
Un boletín de S&P conocido tarde el viernes confirmó que la regla había sido activada para los contratos del Brent. Estipula que los fondos podrían llevar su dinero a los convenios más cercanos si el contrato al segundo y tercer mes cierran con una diferencia de menos de 0,5 por ciento sobre el tercer al último día de cualquier mes negociado.
El viernes, el contrato del Brent para mayo cerró a 56,31 dólares el barril, mientras que para junio se negoció en 56,55 dólares el barril. Eso haría que la diferencia fuera de alrededor de 0,4 por ciento.
Dicho umbral no fue alcanzado por el crudo West Texas Intermediate.
Los inversores necesitarán comenzar el cambio el 1 de marzo y completarlo en los próximos cinco días hábiles, moviendo un 20 por ciento de su dinero cada día. Dos operadores con conocimiento de los índices dijeron a Reuters que estiman que la regla impacta entre 35.000 y 45.000 contratos del Brent.
Cada contrato representa 1.000 barriles. Así que si las predicciones resultan ser ciertas, alrededor de 40 millones de barriles -con un valor aproximado de 2.000 millones de dólares- cambiarán de manos.
"Esta es otra razón para ser muy positivos" sobre los precios del petróleo, dijo un operador involucrado en los detalles, que habló bajo