en el marco de la 80 Convención Bancaria, Videgaray comentó que "los países más inmediatos son, primero, Argentina y Brasil, con quienes la Secretaría de Economía ya está negociando".
También hizo mención de fortalecer las relaciones comerciales con Europa y con países de la región Asia-Pacífico.
"¿Qué países de Asia-Pacífico? Aquellos con los que podamos tener un acuerdo de alta calidad, que no sea un acuerdo superficial, sino un acuerdo profundo y que lo podamos hacer en un plazo relativamente corto de tiempo".
Esto, indicó, hace que los candidatos naturales sean algunos de los países que participaron en el TPP, como Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Singapur.
"La decisión estratégica que ha tomado México es que esta negocación en particular no la haremos solos, la haremos como país integrante de la Alianza del Pacífico."
En relación a las relaciones comerciales con Estados Unidos, el canciller comentó que estas han tenido avances como el establecimiento de los canales de comunicación que incluyen no sólo al presidente Donald Trump o al Departamento de Estado sino a todos los secretarios.
Luis Videgaray explicó que se ha acordado con Estados Unidos en que la negociación en términos comerciales tiene que ser integral.
"Hemos escuchado voces como la del secretario de Comercio o el director de Comercio de la Casa Blanca que han hecho expresiones que abren una ruta que tal vez hace unos meses no veíamos, donde se ve que esta negociación tiene un potencial real de ser no solamente constructiva sino que sea un genuino ganar-ganar para ambas partes."
Entre los rubros que se quieren destacar en esta nueva relación comercial, Videgaray destacó que el objetivo es que Norteamérica sea reconocida como la plataforma manufacturera más competitiva.
Ante los riesgos que México podría enfrentar en 2018 ante el populismo, Videgaray señaló que es un fenómeno real que se está viviendo a nivel global.
"Es una insatisfacción de un amplio sector de la población que siente que ha tenido un trato injusto por parte de la economía global y esto ha generado impulsos de nacionalismo económico, de proteccionismo que no necesariamente son las políticas que generan ni más crecimiento, ni mejores salarios ni mayor desarrollo".