El aumento anual de un 14,9 por ciento de las exportaciones en mayo fue menor a la previsión de un alza interanual de un 16,1 por ciento, pero aun así el mayor aumento desde enero de 2015. Es probable que las exportaciones sigan creciendo a un ritmo constante, porque las economías externas muestran señales de mayor fortaleza, lo que debería ayudar a Japón a prolongar la reciente expansión.
Las importaciones de Japón crecieron un 17,8 por ciento en el año hasta mayo -lo que se compara con una mediana de previsiones de los analistas de un aumento anual de un 14,8 por ciento- ya que un alza en el precio del petróleo elevó el valor de las compras. La balanza comercial llegó a un déficit de 203.400 millones de yenes (1.880 millones de dólares), frente a la mediana de la estimación de un déficit de 76.000 millones de yenes.
Políticos y economistas se han vuelto más optimistas sobre las perspectivas para Japón este año, porque un aumento de la producción industrial y un mercado de trabajo con menos capacidad ociosa muestra que la economía está lista para proseguir su crecimiento reciente.