La norma establece un subsidio para campesinos con fincas que no excedan las 30 hectáreas de hasta 25 salarios mínimos mensuales (equivalentes a unos 9.000 dólares) por productor, para cubrir deudas con instituciones cooperativas, financieras y bancarias del sector estatal y privado.
El subsidio fue impulsado por la coalición izquierdista Frente Guasu ante la situación de crisis que vive el sector y tiene que ser aceptado por el Poder Ejecutivo para entrar en vigencia.
Legisladores oficialistas dijeron que el presidente Horacio Cartes promulgará la ley para evitar más crispación, a pesar de las advertencias de funcionarios del área económica sobre las dificultades en su cumplimiento.
"Este es un proyecto de ley tomado de los pelos, de imposible cumplimiento así como está. Ahora vamos a ver cómo podemos cumplir (con los campesinos)", dijo a periodistas el presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Pedro Aliana, al finalizar la sesión.
La aprobación fue celebrada frente al edificio del Congreso por grupos de campesinos que llevan tres semanas acampados para exigir la condonación de sus deudas, organizando manifestaciones que paralizaron en varias ocasiones la capital. El Senado aceptó la iniciativa la semana pasada.
El Ministerio de Hacienda advirtió que no tenía recursos para absorber las deudas, que según dirigentes campesinos suman unos 34 millones de dólares, y propuso su refinanciación.
El titular del Banco Central, Carlos Fernández Valdovinos, dijo que la aprobación sentaba un mal precedente. "No creo que una condonación de deudas se tenga que aplicar a ningún sector en particular (...) porque sino esto se vuelve repetitivo", dijo el funcionario.