El software se trata de un sistema biométrico capaz de registrar los datos personales y faciales de los usuarios, y se utiliza para autorizar, como contraseña bancaria y en autenticaciones de pago. Una vez registrado, lo único que se necesita es sonreír.
Aunque esto suene futurista, ya hay varias empresas que han adoptado este sistema en Latinoamérica como Ecuador y Colombia.