En una sesión iniciada el miércoles en la Asamblea General, Mercedes Peláez, directora general de estrategias para la atención a los derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, llamó a las empresas a “transparentar sus cadenas de valor y a reinvertir el valor mayor en el ser humano”.
Peláez, también secretaria técnica de la Comisión Intersecretarial contra la Trata de Personas, destacó que es preciso que la comunidad internacional aproveche la capacidad de influencia social de la publicidad y la mercadotecnia a fin de reencauzar el consumo hacia una actitud más responsable.
“Es urgente promover la movilización social positiva a favor de la reivindicación de los derechos de todas las personas, de la necesidad de rescatar a las que se encuentran siendo explotadas, de la misma manera como si se tratara de nosotros mismos”, explicó.
La funcionaria mexicana señaló que depende de cada ser humano “tomar conciencia del otro como la medida más eficaz para eliminar de la faz de la tierra la condición de siervo y esclavo”.
Peláez resaltó igualmente que las acciones que el gobierno de México ha tomado para reducir este flagelo incluyen un fondo de reparación integral para víctimas, y la elaboración de parte de la ONU de un Diagnóstico Nacional sobre este fenómeno en el país.
Asimismo subrayó los trabajos para poner en marca el Sistema Nacional de Información contra la Trata de Personas; y la campaña Corazón Azul para crear consciencia sobre estos crímenes.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó en su intervención del miércoles que la trata de personas sucede en todas las regiones del mundo.
“Toma posesión de los más débiles y vulnerables: mujeres y niñas, pero también niños cruelmente explotados por el sexo y los órganos vitales, de niños obligados a la mendicidad sin fin y de hombres sometidos a un trabajo brutal”, lamentó Guterres.
El titular de la ONU aseveró que “incontables empresas tanto en el norte como en el sur se benefician de la miseria. De la construcción a la producción de alimentos a los bienes de consumo, un gran número de empresas son tocadas por esta mancha”.
Mientras tanto, la embajadora de buena voluntad de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, la actriz Mira Sorvino, encomió la adopción de una declaración política en el seno de la Asamblea General, pero insistió en que es necesario convertir las palabras en acciones robustas y concretas.
“Tenemos los medios y el conocimiento de las mejores prácticas para combatir y acabar con el tráfico de personas, pero sólo si desplegamos la urgencia moral, la enorme voluntad política y los robustos recursos financieros que esta grave situación exige”, declaró la actriz.