robusto que en 2017, pero advierte que aún no se ha recuperado a los niveles previos a la crisis financiera global de 1998.
En una rueda de prensa en la capital británica, la autora del informe, Franziska Ohnsorg, afirmó que este año habrá un crecimiento global robusto derivado de una recuperación en la inversión, las manufacturas y el comercio.
La economista alemana advirtió además que el potencial del crecimiento económico -una variable en la que se hace énfasis en este informe- será 1.5 por ciento menor que hace una década, antes de la crisis financiera de 1998.
Destacó que si bien el 2018 muestra signos de un crecimiento cíclico, la próxima década podría ser más incierta.
Según el reporte de la entidad, en la próxima década habrá una desaceleración económica y “afectará a economías que contribuyen con el 65 por ciento del Producto Interno Bruto a nivel mundial”.
“Si no se realizan los esfuerzos necesarios para revitalizar el potencial de crecimiento, la caída se podría extender durante la próxima década, y puede desacelerar el crecimiento global promedio en un 0.25 por ciento”, añadió el documento.
El Banco Mundial pronosticó además que los mercados emergentes y países en desarrollo sufrirían una caída en sus economías de 0.5 por ciento en ese mismo período.
“Es muy claro que en los últimos 30 años el crecimiento global ha sido posible gracias a la población (...) En el largo plazo el crecimiento de la población se está estancando y eso pone en riesgo el crecimiento potencial”, señaló la autora del reporte.
El Banco Mundial, que pronostica el crecimiento en seis regiones del mundo, anticipó que Latinoamérica y El Caribe crecerán 2.0 por ciento en promedio este año, comparado con el 0.9 por ciento de 2017.
México, por su parte, tendrá un crecimiento este año de 2.1 por ciento, un aumento en relación al 1.9 por ciento de 2017 .
Sin embargo, Latinoamérica es la región que menos crecerá comparada con el resto del mundo, de acuerdo con datos del organismo mundial.
La región de Asia y el Pacífico registrará un crecimiento promedio de 6.2 por ciento, seguida por Europa y Asia Central (2.9 por ciento), Medio Oriente y África del Norte (3.0), el Sureste Asiático (6.9) y África Subsahariana (3.2).
Los economistas del Banco Mundial aconsejan invertir en capital humano y físico para incrementar la productividad e incentivar la participación de la fuerza de trabajo para poder acercarse al objetivo de terminar con la pobreza extrema.