En diversos mensajes escritos en su cuenta de Twitter @KenSmithramos, el funcionario señaló que la región de América del Norte produce 18 millones de vehículos al año, de los cuales 12.5 millones son de Estados Unidos.
“Y el valor de las exportaciones de vehículos norteamericanos alcanzó 173 mil millones de dólares en 2016. La producción en Estados Unidos creció en 6.5 millones de unidades desde 2009", escribió Smith Ramos.
En un mensaje posterior, aseguró que Estados Unidos es el proveedor número uno de autopartes para México, y viceversa.
“Cada auto producido en Estados Unidos contiene tres mil 800 dólares de partes mexicanas, mientras que cada auto producido en México contiene cinco mil 500 dólares de partes estadunidenses”, refirió.
Más tarde, el funcionario de la Secretaría de Economía explicó en esa red social que el Producto Interno Bruto (PIB) de la industria automotriz de Estados Unidos ha crecido 124 por ciento desde 2009 y sus exportaciones 65 por ciento.
“Al mismo tiempo, México se ha convertido en el cuarto exportador de autos a nivel mundial. Conclusión: el comercio no es un juego suma cero!! Todos ganamos con el TLCAN”, escribió en ese mensaje.
Kenneth Smith expuso además, en otro tuit, que el empleo en el sector automotriz estadunidense ha crecido a una tasa anual de 6.0 por ciento desde 2009, cinco veces más que el crecimiento en el empleo manufacturero en su totalidad, y el triple del crecimiento del empleo total en Estados Unidos para ese periodo. “El TLCAN funciona para autos!”, aseveró.
Cabe señalar que la víspera, el presidente Donald Trump ordenó al Departamento de Comercio iniciar una investigación de seguridad nacional dirigida hacia las importaciones de automóviles, camiones y autopartes.
“Las industrias primordiales, tales como los automóviles y las partes automotrices, son críticas para la fortaleza como nación”, argumentó Trump en una breve declaración distribuida por la Casa Blanca la noche del miércoles.
El Departamento de Comercio confirmó haber iniciado de inmediato la investigación bajo la sección 232 de la ley de expansión comercial, tal como lo había hecho recientemente en el caso de las importaciones de acero y aluminio a Estados Unidos, con la cual busca determinar si las importaciones de autos, incluyendo camionetas y camiones ligeros, así como partes automotrices a ese país, amenazan la seguridad nacional.