centrar sus discusiones en políticas que permitan trabajar conjuntamente para "alcanzar un crecimiento para todos”.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau exhortó a los líderes del G-7, que iniciarán mañana viernes su reunión cumbre en Charlevoix, Quebec, a identificar los retos comunes y la forma en que “podemos trabajar juntos para enfrentarlos”.
Trudeau mencionó entre esos retos ayudar a los empleados a adaptarse al cambiante mundo laboral; brindar un fuerte crecimiento invirtiendo en las personas; construir comunidades y economías fuertes; asegurarse que todos paguen lo que corresponde en materia fiscal; y medir el crecimiento que funciona para todos.
“Ningún país tiene todas las respuestas y ningún país puede resolver estos desafíos solo. Al compartir ideas y trabajar juntos podemos lograr un progreso significativo”, indicó el gobernante canadiense.
La Cumbre se realizará este viernes y sábado en el marco de las recientes tarifas arancelarias impuestas por Estados Unidos a países aliados en tratados comerciales, organismos multilaterales y en misiones de paz y contra el terrorismo.
Trudeau y el presidente francés Emmanuel Macron, con quien se reunió este jueves, adelantaron que tratarán de “convencer” a Trump de que el “aislacionismo” va en contra de la propia historia de su país y de sus ciudadanos, y que “no podemos librar una guerra comercial entre amigos”.
Además de la guerra comercial, la Cumbre del G-7 tiene como marco la reciente salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 con Irán, que también fue suscrito por Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania; y la negativa de la administración Trump de apoyar el Acuerdo de Cambio Climático de París.
Al respecto, Aurel Braun, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Toronto, dijo a Notimex que no cree que la aproximación “de confrontación” que permea esta reunión del G-7 en Quebec ayude a que Trump cambie de posición respecto a su imposición de tarifas.
Consideró que Estados Unidos es una gran potencia con la que no se comparan los otros países del G-7 por separado, y recordó que 85 por ciento de las exportaciones canadienses van a ese país.
“Japón necesita de Estados Unidos para defenderse, porque no tiene un plan nuclear, lo mismo Europa; dependen de ese país para su defensa”, agregó.
Braun se dijo escéptico de que la aproximación adelantada este jueves por Trudeau y Macron vaya a funcionar con Trump, “un presidente impredecible y provocativo”.
Aunque también consideró que tratándose de un año electoral en el Congreso estadunidense, donde “si los republicanos dejan de tener la mayoría en la Cámara de Representantes podría haber un 'impeachment' contra Trump”, quien podría hacer algunas concesiones para evitarlo.
Además del anfitrión Trudeau, asisten los primeros ministros Theresa May (Reino Unido); Giuseppe Conte (Italia); Shinzo Abe (Japón); los mandatarios Donald Trump (Estados Unidos); Emmanuel Macron (Francia) y la canciller federal de Alemania, Angela Merkel; Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.
La 44 Cumbre del G-7 incluirá también reuniones, el próximo sábado, con los jefes de Estado de Ruanda, Senegal, Kenya, Argentina, Islas Marshall, Seychelles, Haití y Sudáfrica, así como con los jefes de gobierno de Bangladesh, Noruega, Jamaica y Vietnam.
También habrá encuentros con los representantes de Naciones Unidas (ONU), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.