y la represión ha cobrado la vida de al menos 29 personas, criticó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El organismo, dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), lamentó el fallecimiento de Mauricio Fredes este 27 de diciembre, manifestante que cayó a un hoyo con agua y cables de electricidad mientras huía de una maniobra policial en la Plaza Italia, uno de los principales puntos de encuentro de las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera.
Además, la CIDH también condenó el atropellamiento de un manifestante el 20 de diciembre por vehículos de Carabineros, y el incendio del Cine Arte Alameda, ocurrido el 27 de diciembre, presuntamente por el lanzamiento de una bomba lacrimógena.
“La CIDH expresa su preocupación por la continuidad de los hechos de violencia y uso desproporcionado de la fuerza por parte de Carabineros de Chile en el contexto de las protestas sociales en Chile en las últimas semanas”, explicó la Comisión en redes sociales.
El pronunciamiento se da luego de que el presidente Piñera ha asegurado que su gobierno es respetuoso de los derechos humanos y que trabaja en la investigación de los hechos de violencia registrados hasta ahora para evitar que sigan ocurriendo.
Sin embargo, la ciudadanía ha denunciado que la represión continúa en las calles, con episodios inclusive mortales como el del joven Fredes, cuyo cadáver fue entregado este domingo a sus familiares y acompañado a su domicilio por una caravana de espontáneos solidarios.
“La CIDH recuerda al Estado de Chile que la protesta social es un derecho humano protegido por el sistema interamericano y que medidas que pretendan impedir o limitar gravemente su ejercicio, como el 'copamiento’ de espacios públicos dispuesto por la Intendencia de la Región Metropolitana de Santiago son inconvencionales”, manifestó el organismo.
Las investigaciones para deslindar responsabilidades sobre las violaciones a derechos humanos en las últimas semanas deben continuar, concluyó la CIDH.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), durante la actual crisis social en Chile, las fuerzas de seguridad de Piñera han incurrido en prácticas como tortura, violencia sexual, tratos crueles, uso excesivo de la fuerza y otras vulneraciones, que han provocado más de tres mil 500 heridos y al menos 359 personas con lesión ocular.