sábado 25 de enero del aeropuerto de Paine Field, en Everett, al noroeste de Estados Unidos, tras largos meses de retraso.
"¡Sí! Despegue del Boeing triple 7 X", exclamó Josh Green, miembro del equipo de comunicaciones del fabricante, en transmisión en vivo cuando el nuevo avión de larga distancia despegó de la pista directo hacia las nubes a las 18:10 GMT.
Este primer vuelo, que partió con dos pilotos desde la pista ubicada unos 50 km al norte de Seattle, donde el clima es generalmente inestable en esta época, marca el inicio de toda una batería de pruebas de vuelo para obtener la certificación de la aeronave.
El aparato aterrizó en en la pista de Boeing Field, en la periferia de esa metrópoli, a las 22H00 GMT.
Poco antes del despegue, los pilotos habían desplegado los alerones, tan característicos de este avión. Estas puntas plegables mejoran la elevación en vuelo, pero se pliegan cuando la aeronave está en tierra para poder prestar servicio a un máximo de aeropuertos.
La potencia de los dos motores gigantes del 777X, fabricados por la estadounidense General Electric, generó inmensos chorros de agua en la pista antes de darle al avión la velocidad suficiente para poder decolar.
El 777X, que puede transportar de 384 a 426 pasajeros, fue pensado para competir con el A350 del fabricante europeo Airbus.