negociar "muy seriamente" un acuerdo comercial con la Unión Europea, en un momento en que las conversaciones languidecen y permanecen estancadas por el tema agrícola.
"Europa nos ha estado tratando muy, pero muy mal", dijo ante los gobernadores reunidos en la Casa Blanca. "Ellos tienen barreras que son increíbles", agregó el presidente que busca que los países europeos abran sus mercados a los productos estadounidenses, sobre todo agrícolas.
Trump lamentó el "enorme déficit" con Bruselas "en los últimos 10 o 12 años".
El mandatario y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habían anunciado a fines de enero, después de una reunión en Davos (Suiza), su deseo de relanzar el acuerdo comercial transatlántico y de concluir un acuerdo en las próximas semanas.
Pero por el momento, las negociaciones no han sido exitosas y las relaciones siguen siendo tensas ya que el inquilino de la Casa Blanca todavía amenaza con gravar las importaciones de automóviles europeos, lo que impactaría particularmente a los fabricantes alemanes.
En enero, advirtió que "pensaría muy en serio" acerca de esta posibilidad si las discusiones de un acuerdo comercial transatlántico no prosperaban.
El lunes enfatizó que no había impulsado las conversaciones con Europa porque estaba enfocado en llegar a un acuerdo con China, Japón y Corea del Sur. "No quería hacer todo al mismo tiempo", dijo.
Desde principios de año, el Comisionado de Comercio Europeo, el irlandés Phil Hogan, ya ha visitado Washington dos veces para encontrarse con su homólogo estadounidense Robert Lighthizer y tratar de aliviar las tensiones.
También Von der Leyen irá a Washington pronto, a un encuentro que podría concluir en una especie de "declaración política", como la de julio de 2018 entre Trump y el entonces presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker.
Los dos hombres prometieron entonces negociar dos acuerdos: uno destinado a eliminar los derechos de aduana sobre los bienes industriales, y otro para deshacerse de ciertas barreras no arancelarias al comercio a través de la cooperación regulatoria.
Las discusiones sobre bienes industriales no han avanzado desde entonces, ante diferencias entre las partes. Mientras que los estadounidenses buscan incluir productos agrícolas en el acuerdo, los europeos se oponen.