generada por la pandemia del coronavirus SARS COVID19, ha undido al orbe en una recesión económica practicamente igual a la vivida durante los periodos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, provocado que los empleos caigan pavorosamente y la demanda del petróleo y sus derivados bajen a niveles de hace cien años.
Por una parte la recesión que ya se veía venir y que había encendido luces de alarma, se agravó seriamente al detonarse en el mes de diciembre en Wohan, China el brote del COVID19 que derivaría en la pandemia que hoy vivimos.
No solo ha afectado a los sistemas de salud, dado la grave situación que se vive con la emergencia sanitaria. Sino que también a pegado fuertemente en la economía de todos los países, cerrando fronteras y limitando el comercio mundial, lo que ha provocado que mucha gente no salga de sus casa y se suspendan labores no esenciales, disminuyendo por ende el consumos de gasolina, diesel y otros combustibles.
Derivado de esto, la demanda mundial de energía y combustibles de todo tipo cayo a niveles del 70% con respecto al mes de diciembre de 2019, por lo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) convocó a reunión urgente por medio de una videoconferencia a los países involucrados en el tema. Entre ellos: México.
La Secretaria de Energía de México, Rocio Nahle, asistió al llamado, pero sin aceptar la propuesta que hicieran en la OPEP para que todos los países productores reduzcan la producción, propuesta que pretendía que de esta manera se pueda equilibrar la oferta y la demanda. El acuerdo sería que todos redujeran el 23% de su producción. A México le significaría, de aceptar, 400 mil barriles del Millón 781 mil barriles diarios que produce actualmente. Por lo que, a pesar de que todos los demás países estuvieron de acuerdo. México no acepto la iniciativa. Se vale no estar de acuerdo, negociar, disentir, defender la postura y replantear, pero el problema es que la secretaria Nahla llego a la reunión sin preparación, sin propuesta, sin actitud de negociar, y aunque que los miembros participantes estuvieron más de cinco horas esperando a que Rocio Nahla consultara con su jefe para tomar la decisión, se llevaron la sorpresa de que al final, los mexicanos abandonaron furtivamente la reunión, sin previo aviso y sin despedirse de los asistentes.
Por lo que Iran solicito que el acuerdo se hiciera sin México, por su parte, Donald Trump, Putin y el rey Salman de Arabia Saudita realizaron una conferencia telefónica para fijar una postura al respecto, y ante la exhibición y presión en redes sociales del tremendo error que se cometió, la titular de Energía de México informo finalmente que tenía una propuesta: que era la de no reducir los 400 mil barriles diarios que le correspondería a México y si en cambio, podría reducir 100 mil, cuando otros países aceptaron reducir hasta 700 mil barriles diarios.
Los participantes de la reunión se mostraron molestos ante la falta de seriedad y expresaron que México estaba retrasando un acuerdo necesario para el mercado global y que no asumir el compromiso recaería en todos y las consecuencias, sin duda, las tendrían que pagar todos. Por lo que al final se tomo el acuerdo sin que México contribuyera con la reducción de los 400 mil barriles diarios.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en un twiter de la Secretaria de Energia, en su cuenta, manifestó que México solo reduciría 100 mil barriles diarios y posteriormente el presidente López Obrador aclaro que Estados Unidos recortara 250 mil barriles diarios más de su producción para compensar el faltante de México y que así se pudo dar el acuerdo entre los miembros de la OPEP para concretar las acciones que pretenden estabilizar el mercado mediante una reducción de la oferta ante la baja demanda del crudo en el mundo.
Al parecer, el gobierno de la República tiene otros datos y va a contra corriente del mundo.
Sin lugar a dudas, México habrá de esperar las consecuencias de esta decisión y en su momento juzgar si AMLO efectivamente tiene otros datos que justifiquen la postura tomada ante el mundo, por lo pronto habría que ver si el presidente López Obrador le comparte a la sociedad mexicana, cuales son los criterios de esos datos que no tiene ni Donal Trump.
Por ende habrá que esperar las reacciones internacionales...