miércoles que acordaron un enfoque coordinado para la suspensión de los pagos del servicio de la deuda para los países más pobres del mundo, a partir del 1 de mayo hasta el final del año.
La decisión de suspender tanto los reembolsos de capital como los pagos de intereses beneficia a todos los países de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que actualmente están en servicio de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Además, accederán todos los países menos desarrollados, según lo definido por Naciones Unidas, y que actualmente tienen obligaciones de deuda con el FMI y el Banco Mundial.
La medida es parte de los esfuerzos para proporcionar un estímulo a la economía mundial, en medio del brote del nuevo coronavirus, que está empujando a la economía mundial a la peor recesión desde la Gran Depresión de la década de 1930.
“Acordamos un enfoque coordinado con una hoja de términos comunes que proporcione las características clave para esta iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, que también acordó el Club de París”, dijo el G-20 en un comunicado conjunto.
Los dirigentes del G-20 también pidieron a los acreedores privados que participen en la iniciativa “en términos comparables”.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el jefe del Banco Mundial, David Malpass, elogiaron el miércoles el nuevo acuerdo de alivio de la deuda del G-20, que suspende los pagos bilaterales del servicio de la deuda por parte de los países pobres.
Georgieva dijo que el FMI estaba buscando “urgentemente” unos 18.000 millones de dólares en nuevos recursos para el Fondo de Reducción de la Pobreza y Crecimiento.
La suspensión de la deuda durará hasta fin de año, pero los acreedores considerarán una posible extensión durante 2020, dijo el G-20.