domingo la Estación Espacial Internacional (ISS) tras 19 horas de viaje, la primera vez en casi una década que una nave estadounidense tripulada logra completar esa maniobra y un éxito resonante para la compañía privada Space X.
La escotilla entre la ISS y la cápsula Crew Dragon de SpaceX se abrió a las 17H02 GMT, y unos 20 minutos después los astronautas, los estadounidenses Bob Behnken y Doug Hurley, ingresaron a la estación espacial, donde se reunieron con sus actuales residentes.
Ambos hombres, que vestían polos negros y pantalones caqui, fueron recibidos por su colega estadounidense Chris Cassidy, así como por los cosmonautas rusos Anatoli Ivanishin e Ivan Vagner.
Los cinco hombres posaron para fotografías y luego el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, habló con la tripulación desde el control de la misión en Houston.
"Bienvenidos Bob y Doug", dijo Bridenstine. "Les diré que el mundo entero vio esta misión, y estamos muy, muy orgullosos de todo lo que han hecho por nuestro país".
"Es genial volver a poner a Estados Unidos en el negocio del lanzamiento tripulado y estamos realmente contentos de estar a bordo de este magnífico complejo", respondió Hurley, quien comandó la cápsula Crew Dragon bautizada "Endeavour", en homenaje al transbordador espacial, hoy fuera de servicio, que él y Behnken tripularon.
El jefe espacial ruso Dmitry Rogozin también felicitó a la NASA y a Elon Musk, el jefe de la compañía aeroespacial privada SpaceX que construyó la cápsula.
La cápsula puso 19 horas en perseguir a la estación a velocidades de hasta 28.000 km/h), antes de alinearse con su objetivo y reducir la velocidad para realizar el delicado procedimiento de atraque, que tuvo lugar sobre el norte de China.
Durante su estadía, Behnken y Hurley realizarán más comprobaciones en "Endeavour" para certificar que todo esté en condiciones para que Estados Unidos vuelva a viajar a la ISS de la mano de empresas privadas.
La NASA ha tenido que confiar en los cohetes rusos Soyuz desde que finalizó el programa del transbordador espacial en 2011.
Estados Unidos ha pagado a SpaceX y al gigante aeroespacial Boeing un total de aproximadamente 7.000 millones de dólares en contratos de "taxi espacial".
Pero el programa de Boeing fracasó tras una prueba fallida realizada a fines del año pasado, lo que dejó a SpaceX, una compañía fundada en 2002, como un claro favorito para seguir en la carrera espacial.
El lanzamiento tuvo lugar en momentos en que el mundo lidia con la pandemia de coronavirus y Estados Unidos enfrenta protestas en todo el país tras la muerte en Minneapolis de un hombre negro a manos de un policía blanco que estaba procediendo a su arresto.