La segunda economía más grande del mundo creció 3,2% en el período de abril a junio en comparación con el año anterior, según las estadísticas gubernamentales publicadas el jueves. Eso es mejor que el crecimiento del 2,5% que esperaban los analistas encuestados por Refinitiv.
También significa que China evitó la recesión. En el primer trimestre, la economía de US$ 14 billones de dólares se contrajo un 6,8%, la peor caída registrada en un solo trimestre desde que China comenzó a publicar esas cifras en 1992. Esa fue también la primera vez que el país reportó una contracción económica desde 1976.
El repunte era ampliamente esperado. China, el epicentro original del brote y el primer país en el mundo en imponer medidas draconianas para sofocar el virus, fue la primera gran economía en reabrir. Ahora es la primera en salir de la recesión.
El pronto regreso al crecimiento de China podría ser presagio de buenas noticias para el resto del mundo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en junio que la economía global podría contraerse un 4,9% en 2020, menos que su pronóstico de abril. El FMI en ese momento proyectó que la recuperación sucedería más gradualmente de lo esperado anteriormente.
Pero “la desaceleración podría ser menos severa de lo previsto si la normalización económica avanza más rápido de lo esperado actualmente en las áreas que han reabierto”, dijo el organismo. Proyectó que la economía de China crecerá 1% este año, mientras que Estados Unidos y Europa verán fuertes contracciones.
Si bien la magnitud de la recuperación en China fue más fuerte de lo que muchos analistas esperaban, también fue “muy desigual”, según Larry Hu, economista jefe de China para Macquarie Group. Por ejemplo. señaló que la oferta era más fuerte que la demanda.
La producción industrial fue un punto brillante, al crecer un 4,8% en junio, su ritmo más rápido este año, según datos de Refinitiv. La fabricación en sectores de alta tecnología fue particularmente sólida. La inversión general también fue mejor de la esperada.
Las ventas minoristas, sin embargo, fueron un eslabón débil, al caer un 1,8% en junio en comparación con el año anterior. Los analistas encuestados por Refinitiv esperaban un retorno al crecimiento.
La debilidad en el comercio minorista sugiere que todavía es difícil para Beijing convencer a la gente de que gaste dinero nuevamente, incluso cuando el gobierno intenta estimular el consumo. Por ejemplo, las autoridades a principios de este año comenzaron a entregar efectivo a posibles compradores de automóviles, junto con miles de millones de dólares en cupones para alentar a las personas a comprar bienes y servicios, incluidos teléfonos inteligentes y actividades turísticas.
La gente “no saldrá de su departamento y se irá a gastar hasta que se sientan seguros de que el panorama está libre de virus”, escribió Stephen Innes, estratega jefe de mercados globales de AxiCorp, en una nota de investigación.
Beijing ha admitido que motivar a las personas a gastar dinero sigue siendo un desafío, particularmente porque China todavía está tratando de mantener la pandemia de coronavirus bajo control.
El gobierno necesita “esforzarse aún más” en la segunda mitad del año para ayudar a aumentar el poder adquisitivo de las personas, dijo Liu Aihua, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, en una conferencia de prensa en Beijing el jueves.
Los mercados en China continental tuvieron problemas después de que se publicaron los datos económicos. El índice de referencia Shanghai Composite (SHCOMP), que la semana pasada irrumpió en un mercado alcista, cerró con una caída del 4,5%, eliminando casi todas las ganancias de las últimas dos semanas. Pero aún permanece en territorio alcista, un 20% más que su mínimo reciente en marzo.
La recuperación de China sugiere que su economía sigue en camino de crecer este año, a pesar de la recesión significativa del primer trimestre. Oxford Economics predice que la economía crecerá un 6% en la segunda mitad del año y hasta un 2,5% para todo 2020, “respaldada por un mejor sentimiento después de la contención exitosa del covid-19 y una importante flexibilización de la política fiscal y monetaria”.
“El momento más oscuro está detrás de nosotros, pero dadas las enormes incertidumbres del covid-19 y la economía global, es demasiado pronto para decir que China está fuera de peligro”, dijo Hu de Macquarie.
Los economistas de Nomura dijeron que China sigue enfrentando otros problemas, incluidas las peores inundaciones en décadas y las crecientes tensiones con Estados Unidos. También existe el riesgo continuo de otra ola de coronavirus.
“La economía china, junto con la economía global, podría verse gravemente afectada nuevamente si se desata una segunda ola de la pandemia en el invierno”, escribieron los economistas de Nomura en una nota de investigación.