El Gobierno de México "sigue con gran preocupación los hechos ocurridos en la Unión de Myanmar" (Birmania) y se suma a la condena que hizo el secretario general de la ONU, António Guterres, por la detención de los líderes políticos de ese país.
A través de un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se informó que el Gobierno mexicano hace un llamado a todas las partes a recuperar "lo antes posible los canales legales y democráticos que permitan construir consensos internos y alcanzar las aspiraciones de paz, democracia y desarrollo sostenible de la población en Myanmar".
En el documento se indica que México, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, apoyará las acciones multilaterales y regionales para avanzar en ese sentido y respaldará asimismo las acciones del secretario general de la ONU para impulsar a la brevedad un diálogo incluyente y constructivo.
"México reitera su posición inquebrantable a favor de la solución pacífica de las controversias, con apego irrestricto al derecho internacional y a los derechos humanos".
Por último, se indicó que la Embajada de México en Singapur, concurrente ante Myanmar, ha establecido comunicación con la pequeña comunidad mexicana registrada en ese país. Ha subrayado la recomendación de evitar participar o acercarse a eventuales manifestaciones o puntos de conflicto y seguirá atenta al desarrollo de los acontecimientos.
El pronunciamiento de México ocurre horas después de que el Ejército de Birmania declaró el estado de emergencia y anunció que tomará durante un año el control político del país del sureste asiático tras detener a miembros del Gobierno, incluida la líder birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
El hasta ahora vicepresidente, Myint Swe, nombrado en el cargo por los militares por la potestad que les da la actual Constitución, asumió la presidencia interina y le cedió todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
El parlamento de Birmania tenía previsto celebrar este día la primera sesión de la legislatura tras las elecciones de noviembre de 2020, cuando la Liga Nacional para la Democracia (LND), de Suu Kyi, consiguió una aplastante victoria.