WASHINGTON 8 de Abril de 2021. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció hoy que su país sufre una "epidemia" de violencia provocada por las armas de fuego, en una ceremonia en la que anunció medidas limitadas para intentar controlar ese problema.
El presidente, que siempre ha abogado por un mayor control de la tenencia de armas, ha recibido presiones de su partido demócrata para que actúe tras los recientes tiroteos de Colorado y Georgia.
"Esto es una epidemia, por el amor de Dios, y tiene que parar", declaró Biden en la Casa Blanca, refiriéndose igualmente a los tiroteos como una "crisis de salud pública".
Sin un acuerdo probable en el Congreso para aprobar una reforma amplia, por ejemplo para exigir un informe de antecedentes para los compradores, Biden anunció seis decretos para intentar abordar el problema.
Biden presentó un plan limitado para prevenir la propagación de las llamadas "armas fantasma" -de fabricación artesanal, a veces con impresoras 3D-, que son imposibles de rastrear en caso de ser utilizadas en un crimen.
También propuso aumentar las regulaciones para los soportes de brazo diseñados para estabilizar el arma, un dispositivo usado por el sospechoso del tiroteo de Colorado que dejó 10 muertos.
"Ya basta de rezos", afirmó con respecto a un problema que provoca cerca de 40 mil muertos cada año en el país. "Llegó la hora de la acción", aseguró el mandatario que se refirió a la situación como una "vergüenza internacional".
El mandatario se comprometió a apoyar a las agencias implicadas en la lucha contra este tipo de violencia y encargó un reporte exhaustivo sobre el problema, un balance que no se realizaba desde el año 2000.
Prohibir los fusiles de asalto
Biden admitió que el debate sobre el tema de las armas es algo difícil en Estados Unidos, pero aseguró que hay más terreno de entendimiento de lo que se piensa.