Mancha ha sufrido el mayor desplome del que se tienen registros y la confianza política entre Londres y Bruselas ha quedado minada por las decisiones unilaterales del Reino Unido en Irlanda del Norte, así como por la guerra de las vacunas.
En enero, primer mes en el que el Reino Unido estuvo desligado de la UE en 44 años, las exportaciones británicas hacia el bloque, su principal socio comercial, cayeron 40.7% (seis mil 450 millones de euros) y las importaciones descendieron 28.8% (siete mil 600 millones de euros).
Según las últimas cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas británica, se trata del mayor descenso registrado desde 1997, cuando comenzó a recopilar esos datos.
El impacto en las importaciones es menor debido a que el Reino Unido ha aplazado hasta 2022 los controles a las mercancías que llegan al país desde la UE, precisamente para amortiguar el golpe económico del Brexit.
En el otro lado del canal, sin embargo, los nuevos requisitos aduaneros se hicieron cumplir desde la medianoche del 31 de diciembre. Como resultado, la salida de alimentos y animales del Reino Unido decayó 59% en enero respecto a la media mensual de 2020.
La evolución de las cifras durante los próximos meses determinará hasta qué punto esa aguda caída responde a una corrección puntual, debida en parte a la acumulación de existencias en las semanas previas al Brexit, o bien será una tendencia a largo plazo.