Estos progresos se realizaron durante una conferencia internacional en Berlín con los principales actores del conflicto, bajo la égida de la ONU, destinada a estabilizar el país diez años después de la caída de Muamar Gadafi.
"Hemos hecho progresos en lo que se refiere a los mercenarios y esperamos que en los próximos días se hayan retirado y creo que eso será alentador y reforzará la confianza en ambas partes", declaró la canciller libia, Najla al Mangoush.
Un responsable de Estados Unidos, cuyo jefe de la diplomacia Antony Blinken participó en la reunión, dio más detalles y aseguró que la idea surgió durante la reciente cumbre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su par ruso, Vladimir Putin.
"Tanto los turcos como los rusos han aceptado que esto podría ser un tema de discusión", subrayó el funcionario, que pidió el anonimato. La idea "es discutir si cada parte podría conseguir la salida de 300 sirios" desplegados en Libia, dijo.
Moscú y Ankara, que apoyan a distintos bandos en Libia, son sospechosos de reclutar combatientes sirios para que defiendan en el país norteafricano sus intereses.
El responsable norteamericano indicó que todavía queda trabajo con turcos y rusos, ya que "hay una profunda desconfianza, pero también están concienciados sobre el interés de intentar algo en este ámbito".
- Compromiso de retirada -
Las conclusiones de la reunión internacional reclaman que "todas las fuerzas extranjeras y los mercenarios deben ser retirados de Libia sin demora".
Este aspecto es fundamental debido al enorme papel desempeñado por las potencias extranjeras en la guerra en el país mediterráneo.
"Aquellos que la última vez en Berlín adquirieron el compromiso de retirar sus tropas, no lo respetaron", lamentó el jefe de la diplomacia alemana, Heiko Maas, antes de la cumbre, en referencia a Rusia, Turquía o Emiratos Árabes Unidos.
En diciembre, la ONU estimó en unos 20.000 el número de mercenarios y combatientes extranjeros en Libia: rusos del grupo privado Wagner, chadianos, sudaneses o sirios.
También hay cientos de soldados turcos en virtud de un acuerdo bilateral concluido con el anterior gobierno de Trípoli.
Pero la salida brutal de los combatientes representaría una nueva amenaza para la región, temen diplomáticos de la ONU. El presidente de Chad Idriss Déby Itno murió en abril durante una ofensiva de rebeldes chadianos procedentes de Libia.
Los participantes en la conferencia se comprometieron también el miércoles a garantizar la seguridad de las fronteras de Libia y controlar los movimientos transfronterizos de grupos armados, así como respetar el embargo de armas.
- Dudas -
El otro principal objetivo de la reunión era confirmar la celebración el 24 de diciembre de la elección presidencial y de las legislativas.
El gobierno de transición, dirigido por el primer ministro Abdelhamid Dbeibah, "refirmó su compromiso" en la organización de estos comicios, según el comunicado final.
Antes de la conferencia, planeaban dudas sobre la voluntad de los gobernantes.
"Es necesario que la misión de la ONU tome todas las medidas en este sentido y asuma sus responsabilidades para que las elecciones se celebren en la fecha prevista", dijo Ahmad al Misrari, vocero del autoproclamado Ejército Nacional Libio (ENL), dirigido por el mariscal Jalifa Haftar, fuerte en el este del país.
La formación del gobierno de transición al amparo de un proceso político fomentado por la ONU fue una luz de esperanza después de una década de fracasos para sacar a Libia del caos.
La Unión Europea cuenta con él para resolver el problema de los migrantes que abandonan las costas libias, con frecuencia en embarcaciones sobrecargadas y precarias, con el objetivo de llegar a su suelo.
Pero en las últimas semanas han resurgido las divisiones entre los dos poderes rivales, en Tripolitania (oeste) y Cirenaica (este).