En marzo de 2020, Canadá cerró sus fronteras terrestres con Estados Unidos para todos los viajes considerados no esenciales y limitó la llegada por vía aérea a ciudadanos y residentes permanentes para controlar la pandemia.
La reapertura permitirá a los estadounidenses -o residentes permanentes de Estados Unidos- vacunados viajar a Canadá sin tener que cumplir una cuarentena durante dos semanas, como sucede en estos momentos.
Los menores de 12 años de edad, para los que no se ha aprobado el uso de vacunas contra COVID-19, tampoco necesitarán realizar la cuarentena.
Pero los viajeros seguirán necesitando una prueba negativa de COVID-19 realizada tres días antes de su llegada a Canadá.
El Gobierno canadiense señaló que sólo las personas inmunizadas con las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson serán admitidas en el país.
El anuncio de la reapertura de las fronteras se produce cuando un 70.14 % de la población canadiense ha recibido al menos una dosis de las vacunas contra la COVID-19 y un 49.17% ya tiene la pauta completa.
Más aeropuertos admitirán vuelos internacionales
Canadá también ampliará a nueve el número de aeropuertos a los que podrán llegar los viajeros internacionales. En estos momentos, todos los vuelos procedentes del extranjero sólo tienen autorizado aterrizar en Toronto, Montreal, Vancouver y Calgary.
A partir del 9 de agosto, a estos aeropuertos se añadirán los de Halifax, Quebec City, Ottawa, Winnipeg y Edmonton.
La ministra de Sanidad de Canadá, Patty Hajdu, señaló en un comunicado que "con el aumento de las tasas de vacunación y la reducción de los casos en Canadá", las autoridades pueden empezar a relajar "con seguridad" las restricciones fronterizas.
Por su parte, el ministro de Asuntos Intergubernamentales, Dominic LeBlanc, afirmó que las autoridades canadienses "han estado totalmente involucradas" con sus homólogos estadounidenses, "dados los profundos lazos económicos y familiares entre los dos países".