Más de 110 mil indocumentados adultos solteros fueron capturados, la mayoría de los cuales fueron expulsados a México bajo una autoridad de salud pública invocada por primera vez bajo la administración de Donald Trump, conocida como Título 42.
Según CBP, se encontraron 18 mil 962 niños no acompañados en la frontera, un aumento de 24% de los 15 mil 234 de junio. También hubo un aumento de familias halladas en la zona limítrofe, con ese número en 82 mil 966 en julio en comparación con 55 mil 839 en junio.
"Es un gran número", dijo Raúl Ortiz, el jefe entrante de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, a CBS News durante una entrevista el martes.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, atribuyó el aumento de la migración a la violencia, la pobreza y la corrupción en Centroamérica, problemas que, según dijo, el gobierno de Biden busca mitigar a través de la ayuda exterior.
No obstante, Mayorkas resaltó que el aumento en las detenciones fronterizas también fue impulsado por el resurgimiento de la economía estadounidense y la revocación de varias políticas de la era Trump por parte de la administración Biden, como la práctica de exigir a los solicitantes de asilo que esperen en México, a menudo en condiciones peligrosas y miserables, para sus audiencias en tribunales de EU.
"Ahora, por supuesto, la variante Delta hace que la situación sea más difícil. Nuestra capacidad para evaluar, aislar y poner en cuarentena a la población vulnerable, aquellos que presentan solicitudes legales de asilo se ha ampliado", dijo Mayorkas, y agregó que el DHS está "construyendo nueva capacidad" para mitigar los riesgos para la salud de los migrantes y las comunidades vecinas a lo largo de la frontera suroeste.
La semana pasada las autoridades estadounidenses también comenzaron a transportar migrantes centroamericanos al sur de México en virtud del Título 42, que les prohíbe solicitar asilo.
Ortiz dijo que hasta ahora se ha colocado a "cientos" de personas que cruzan la frontera en estos vuelos de expulsión, incluidos 250 migrantes que partieron el martes del sur de Texas.
Mayorkas dijo que los vuelos de expulsión están diseñados para frenar los intentos repetidos de cruzar la frontera.
Según CBP, 27% de las personas encontradas en la frontera entre Estados Unidos y México habían tenido al menos un encuentro anterior en los 12 meses anteriores.
Los vuelos de expulsión y el programa de deportación acelerada para familias han alarmado a los defensores de los solicitantes de asilo, incluida la agencia de refugiados de Naciones Unidas, que dijo que la práctica de trasladar a centroamericanos al sur de México podría afectar la "capacidad de respuesta humanitaria" en la región.
"CBP continúa tomando las medidas necesarias para administrar de manera segura la frontera suroeste y proteger la salud de las comunidades, el personal y los propios migrantes", dijo el comisionado interino Troy Miller, en un comunicado.