"El mundo está exigiendo que las empresas ofrezcan servicios y productos que tengan muy poca huella de carbono, por lo que vamos a hacer las inversiones para adaptarnos a esa realidad, en línea con nuestra tradición ambiental", señaló el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) destacó además, en un comunicado, que desde su inauguración esta infraestructura de navegación entre el Atlántico y el Pacífico ha servido de atajo para más de 1,1 millones de tránsitos de embarcaciones, reduciendo distancia, tiempo y costos en el transporte de bienes, al tiempo que se impacta positivamente al ambiente.
Exaltó, además, que la ruta verde del Canal de Panamá ha contribuido a reducir más de 830 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), al permitir que los buques ahorren combustible al atravesar una vía marítima más corta, y moviendo mayores volúmenes de carga a partir de la puesta en marcha del Canal ampliado, en junio de 2016.
Señaló en la nota el compromiso de la vía acuática con su estrategia ambiental de asegurar el agua procedente de las fuentes hídricas de su Cuenca Hidrográfica, de donde se abastece a la mitad de la población de Panamá -de poco más de cuatro millones de personas-, y que es el insumo principal para la operación de la vía a través de su sistema de esclusas.
La ACP resaltó además que con la ampliación, que permite el tránsito de buques de mayor tamaño, la vía interoceánica consolidó el rol de Panamá como punto de conectividad, propiciando que confluyan 180 rutas marítimas que enlazan 1.920 puertos en 170 países.
Consideró relevante que los resultados operativos de la vía en el último año evidencian que la pandemia aceleró transformaciones que ya se asomaban en el horizonte del negocio en el que se desarrolla el canal, como lo es la consolidación de carga en buques de mayores dimensiones, lo que implica menos tránsitos pero mayor calado.