Centroamérica, como una forma de desalentar la migración irregular, misión que le encomendó el presidente Joe Biden.
Estados Unidos y México retomaron el jueves (09.09.2021) el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), un mecanismo que había quedado en pausa desde 2016 y con el que ambos países buscan fortalecer su relación económica y comercial e impulsar las inversiones y el empleo en Centroamérica.
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, estuvieron al frente de sus respectivas delegaciones, reunidas en la sede la vicepresidencia estadounidense.
En su discurso de apertura, Harris describió el diálogo como "una oportunidad para profundizar" lazos y avanzar en los "objetivos colectivos".
Harris dejó claro que la "estabilidad económica de México está en el interés de EE.UU.", al indicar que 18 de los 50 estados que conforman su país tienen a la vecina nación como el primer o segundo destino de exportación, lo que supone un trasiego de bienes a través de sus fronteras de 1.000 millones de dólares diarios.
La vicepresidenta afirmó que el encuentro era el resultado de su visita a México en junio pasado y de las "extensas conversaciones” que sostuvo entonces con el gobernante de ese país, Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard: "Estamos optimistas"
Por su parte, el canciller Ebrard describió el encuentro como "exitoso" y elogió el "buen ánimo" en el que transcurrió la cita. Dijo que le entregó a su par estadounidense, Antony Blinken, de una carta López Obrador a Joe Biden.
La misiva, explicó Ebrard, contiene una propuesta de extender desde Chiapas hacia el sur, en alusión a Centroamérica, los programas sociales Jóvenes construyendo el futuro y Sembrando vida como una forma de frenar la inmigración irregular. "Estamos optimistas", añadió el canciller mexicano.
Además, aclaró que no hablaron de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP en inglés o "Permanecer en México"), que obligan a los solicitantes de asilo a permanecer en ese país mientras se resuelve su caso en territorio estadounidense.
Dicho programa fue restablecido en agosto pasado por un fallo del Tribunal Supremo de EE.UU., que rechazó un pedido del Gobierno de Biden de suspender la aplicación de una orden judicial que reinstaló esta política pese a que la Casa Blanca le había puesto fin en junio.
Lo que sí se planteó, admitió Ebrard, fue la reapertura de la frontera común —clausurada para actividades no esenciales a raíz de la pandemia— y cuya vuelta a la normalidad consideró "una cosa lógica".