del petróleo, que entrarán en vigor el viernes venidero, en un contexto marcado por la profundización de la crisis económica que atraviesa el país caribeño.
Desde 2010 hasta la fecha, el Estado ha perdido más de 150.000 millones de gourdes (unos 15.000 millones de dólares) por la subvención de los productos petrolíferos, dijo en rueda de prensa el ministro de Economía y Finanzas, Michel Patrick Boisvert.
"Los precios nunca han cambiado en el surtidor. El año pasado, el Estado perdió 30.000 millones de gourdes (unos 3.000 millones de dólares). Para este año, la situación se hace insostenible", añadió el ministro, al anunciar que el Estado está retirando gradualmente las subvenciones a los combustibles.
El galón de gasolina pasará de 201 gourdes (2,01 dólares) a 250 gourdes (2,5 dólares), el gasóleo pasa de 169 gourdes (1,69 dólares) a 353 gourdes (3,53 dólares), y la parafina ahora se venderá a 352 gourdes (3,52 dólares) el galón, lo que supone un aumento de 189 gourdes (1,89 dólares).
La justificación que esgrimen las autoridades es una ley de 1995 que establece que cuando los precios suben en el mercado internacional Haití debe hacer los ajustes correspondientes, y cuando el precio baja, el país también lo hace.
"Tras las consultas con los diferentes actores implicados, distribuidores, gasolineras, importadores, sindicatos, hemos llegado a la determinación de establecer los nuevos precios que entrarán en vigor a partir de este viernes", agregó Boisvert.
En julio de 2018, el anuncio en el aumento del precio de los combustibles causó varios días de manifestaciones violentas en las calles y tensiones en Haití que sacudieron las bases de poder del entonces presidente Jovenel Moise y provocaron la dimisión del primer ministro, Jack Guy Lafontant.