"Damos la bienvenida a cualquier movimiento que apunte a una desescalada, ya sea sobre el terreno o en la retórica", dijo el portavoz Stéphane Dujarric, preguntado al respecto en su conferencia de prensa diaria.
Dujarric apuntó que Naciones Unidas no tiene detalles sobre esos movimientos anunciados por Moscú, ante los que las potencias occidentales han pedido prudencia hasta que puedan ser verificados.
El portavoz dijo que el secretario general de la ONU, António Guterres, continúa siguiendo de cerca la situación, pero no mantuvo hoy nuevos contactos tras haber conversado el lunes con los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y Ucrania, Dmitro Kuleba.
Lavrov habló hoy del repliegue de algunas unidades rusas de la frontera con Ucrania, pero matizó que no es una reacción a la "histeria" de Occidente, sino que estaba programado. Rusia tiene desplegados unos 100.000 soldados en la frontera con Ucrania y efectúa ejercicios militares en el mar Negro y en Bielorrusia, a pocos kilómetros de Kiev, lo que hace temer a Occidente que pueda haber un ataque contra el país vecino en cualquier momento.
Este lunes, Guterres advirtió que una guerra en Ucrania sería "desastrosa" y ofreció sus buenos oficios a las partes para buscar una solución diplomática a las actuales tensiones.
"Estoy profundamente preocupado por el aumento de las tensiones y las especulaciones sobre un posible conflicto militar en Europa.
El precio en sufrimiento humano, destrucción y daño a la seguridad europea y global es demasiado alto como para contemplarlo", aseguró Guterres en declaraciones a los periodistas.