de las “gosht guns” (armas fantasmas), armas caseras que debido a que carecen de número de serie, han sido las responsables del creciente número de tiroteos en su país.
Dijo el mandatario en los jardines de la Casa Blanca: “Es sentido común”, en compañía de supervivientes de tiroteos anteriores, padres de familia que perdieron a sus hijos y activistas por el control de armas.
Biden cogió una de esas armas que pueden comprarse fácilmente en internet: “Esta es el arma. No es difícil de montar. Un poco de taladro en casa y no lleva mucho tiempo. Cualquiera puede pedirla por correo. Cualquiera”, enfatizó.
Estas armas caseras reciben el nombre de “gosht guns” por ser difíciles de rastrear por las fuerzas de seguridad, por su carencia de número de fabricación.
La nueva medida propuesta por el presidente entrará en vigor en cuatro meses, la cual cambiará la definición de arma bajo la ley federal para incluir aquellas que se fabrican con impresoras 3D y aquellas que están en piezas.
Así, los kits de las piezas que componen las “armas fantasmas” tendrán que tener números seriados que permitan su identificación.
Quienes los adquieran deberán someterse a la misma verificación de antecedentes por la que pasan quienes compran armas tradicionales.
Las “gosht guns” se han utilizado por personas cuyos antecedentes penales no les permitirían comprar pistolas de forma legal, o por menores de 18 o 21 años. El grupo “Students Demand Action” denuncia que las “armas fantasmas” se están usando cada vez más en tiroteos en escuelas.