Solo en el fin de semana, el distrito de Chaoyang, el más poblado de la capital y que concentra desde embajadas hasta rascacielos corporativos, ha reportado 26 casos, el número más alto hasta ahora en esta última oleada. Se ha exigido a quienes vivan o trabajen en la zona que se sometan a tres pruebas de ácido nucleico durante esta semana.
Y, a pesar de que el gobierno ha ofrecido garantías de que habrá suficiente comida, la gente se ha lanzado a las tiendas en busca de provisiones.
En el aire está el temor a que Pekín se pueda enfrentar a una situación similar a la de Shanghái, que lleva ya varias semanas bajo confinamiento estricto.