Irán apagó dos cámaras de vigilancia de la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas que supervisaba una de sus instalaciones atómicas, según indicó el miércoles la televisora estatal.
El reporte no identificó el centro afectado, pero la noticia parecía ser una nueva técnica de presión de Teherán, que enfrentaba esta semana reproches de naciones occidentales en una reunión del Organismo Internacional de la Energía Atómica.
El reporte de la televisora estatal iraní indicó que las dos cámaras supervisaban "los niveles de enriquecimiento e indicadores" en aparente referencia a los Monitores de Enriquecimiento a través de Internet el OIEA, que vigilan la concentración del gas de uranio a través de conducciones e instalaciones.
Irán realiza labores de enriquecimiento en sus centros subterráneos de Fordo y Natanz.
Irán y varias potencias internacionales acordaron el acuerdo nuclear de 2015, en el que Teherán limitaba de forma considerable su enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de sanciones económicas. En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump retiró a su país del acuerdo de forma unilateral, lo que aumentó las tensiones en Oriente Medio y desencadenó una serie de ataques e incidentes.
El OIEA, con sede en Viena, declinó hacer comentarios en un primer momento.
Desde entonces, Irán ha incumplido todos los límites impuestos por el acuerdo y ahora enriquece uranio hasta un 60% de pureza, a una escasa distancia técnica de los niveles armamentísticos del 90%. Sin embargo, se había permitido que el OIEA siguiera visitando las instalaciones.
Irán retiene las imágenes grabadas por cámaras de seguridad del OIEA desde febrero de 2021, como táctica de presión para restaurar el acuerdo nuclear con potencias internacionales.
Las negociaciones entre Irán y Occidente para restaurar el acuerdo se derrumbaron en marzo.