daños graves en ninguno de los árboles, incluido el Grizzly Giant, de 3.000 años de edad.
Un fuego forestal que amenaza las secuoyas gigantes en el Parque Nacional de Yosemite duplicó su tamaño en un día y obligó el domingo (10.07.2022) a los bomberos a batallar en un terreno difícil para proteger los icónicos árboles y un pequeño pueblo de montaña, mientras Estados Unidos se enfrenta a otro año muy activo en materia de incendios.
Los campistas y residentes cercanos al incendio fueron evacuados, pero el resto de este extenso parque californiano permaneció abierto, aunque el intenso humo ocultaba las vistas panorámicas y creaba una calidad de aire insalubre.
"Hoy es el día con más humo que hemos visto", dijo Nancy Phillipe, portavoz de información sobre el incendio de Yosemite. "Hasta esta mañana, el parque no ha estado en esa categoría insalubre, pero en eso estamos ahora", explicó.
Más de 500 secuoyas maduras estaban amenazadas en el famoso Mariposa Grove, pero no había informes de daños graves en ninguno de los árboles, incluido el Grizzly Giant, de 3.000 años de edad.
Sistema de aspersores mantuvo troncos a salvo
Un sistema de aspersores instalado en la arboleda mantuvo a salvo los troncos de los árboles y los funcionarios tenían la esperanza de que el rociado constante de agua, fueran suficientes para mantener las llamas a raya, añadió Phillipe.
Se estaba investigando la causa del incendio que había crecido a casi 6,7 kilómetros cuadrados el domingo por la mañana.
Más allá de los árboles, la comunidad de Wawona, que está rodeada de parques, estaba amenazada, y se ordenó a la gente que abandonara el lugar. Además, unas 600 a 700 personas que se alojaban en el camping de Wawona en tiendas de campaña, cabañas y un hotel histórico, se les ordenó que se marcharan.
Las secuoyas gigantes, autóctonas en sólo unos 70 bosquecillos repartidos por la ladera occidental de la cordillera de Sierra Nevada en California, son consideradas inmunes a las llamas, pero se han vuelto cada vez más vulnerables debido a la acumulación de maleza en más de un siglo de supresión de incendios y la sequía exacerbada por el cambio climático que los han vuelto más intensos y destructivos.
Los incendios forestales provocados por rayos en los últimos dos años han matado hasta una quinta parte de las 75.000 grandes secuoyas, que son los árboles más grandes por su volumen y una de las principales atracciones de ese parque nacional.