en el gobierno de Boris Johnson, y a quien se acusaba de ser uno de los responsables de su caída. Truss ganó por un margen menor de lo que se esperaba (57-43). La que fuera ministra de Relaciones Exteriores con 47 años y miembro de los gabinetes conservadores en los últimos doce años se convierte en la tercera mujer en dirigir el partido conservador y por consiguiente primera ministra.
La nueva primera ministra enfrentará grandes retos en los próximos dos años que se convocará a una nueva elección general; prometió una baja de impuestos, así como promesas de grandes obras de infraestructura, que fue el centro de su campaña electoral.
Sin embargo, la economía se encuentra a la baja, se enfrenta a una carrera contra el tiempo antes de las nuevas elecciones generales.
El Reino Unido enfrenta una grave crisis energética para lo cual está considerando congelar las facturas de energía de millones de hogares británicos en este próximo invierno. Aseguró a la ciudadanía que habrá ayudas y anunciará un paquete de ayuda en su primera semana en el cargo. El incremento en los costos de la energía en un hogar promedio se ha incrementado dramáticamente en los últimos meses, a raíz de la guerra de Ucrania.
Sobre el tema de impuestos Truss está considerando instrumentar un plan tipo thatcheriano que le permitiría tener un mayor control sobre la economía. Así mismo anunciará una reducción de impuestos equivalente a 30 billones de libras, reduciendo el IVA y el impuesto sobre la renta y reducir las cargas tributarias a los pequeños negocios.
También prometió revertir el incremento al Seguro Nacional que es un impuesto para financiar pensiones ente otras cosas; así como revisar la alta carga impositiva a las herencias, argumentando que todas estas medidas reactivarán la economía y así evitar una recesión.
También prometió en su campaña destinar recursos del Sistema Nacional de Salud hacia la seguridad social (asilos, casas para ancianos entre otros) para poder contar con más espacio en los hospitales, ya que el Sistema de Salud enfrenta una severa crisis de saturación, que es uno de los más graves problemas que enfrentará la próxima gobernante.
Le espera una tarea titánica a la nueva primera ministra, Gran Bretaña enfrenta su peor crisis económica desde la época de Gordon Brown (2007-2010). Sus primeros cien días serán cruciales. Ningún primer ministro en los últimos tiempos ha enfrentado tan enormes obstáculos, por lo pronto anunciará un presupuesto de emergencia en su primer mes para mitigar la crisis del alto costo de vida. También tendrá que atender el problema migratorio, así como el de la seguridad pública entre otros.
En los próximos meses veremos si la nueva dirigente estará a la altura de los retos que tiene enfrente.
Ramiro Pineda Murguía
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