del Norte, el cual fue calificado por EE.UU. como "peligroso y temerario".
El ejército surcoreano anunció este miércoles (04.10.2022) que el portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan retornará a aguas del mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas), donde ya realizó maniobras la semana pasada, en respuesta al misil balístico lanzado por Corea del Norte este martes.
En esta misma zona, el Ronald Reagan y su grupo de ataque, compuesto por el crucero lanzamisiles USS Chancellorsville y el destructor USS Barry equipado con sistema Aegis, realizaron ejercicios durante cuatro días con la marina surcoreana y japonesa hasta el viernes pasado.
"Este redespliegue de un portaviones y su grupo de ataque en la península coreana es muy inusual", explicó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS), que añadió que la acción "muestra la determinación de la alianza entre la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) y EE.UU. a la hora de responder con determinación a amenazas".
El texto añade que los aliados están afinando su preparación conjunta de cara a "nuevas provocaciones de Corea del Norte".
El martes Pyongyang disparó lo que parece ser un misil balístico de rango intermedio (IRBM) Hwasong-12 que sobrevoló Japón por primera vez desde 2017 y que ha supuesto el proyectil norcoreano que más distancia ha recorrido jamás al haber volado en torno a 4.500 kilómetros.
- "Disuasión ampliada"
A modo de respuesta, los ejércitos deCorea del Sur y EE.UU. dispararon hoy cuatro misiles tierra-tierra de corto alcance en un ensayo que puede enmarcarse, al igual que el retorno del Ronald Reagan al mar de Japón, dentro de la llamada "disuasión ampliada".
La "disuasión ampliada" es un compromiso adquirido el pasado mayo por Washington con Seúl y consiste en desplegar activos estratégicos del Pentágono en la península coreana de "manera coordinada y cuando sea necesario" en función de las acciones de Pyongyang.
Muchos expertos creen que el hecho de que el proyectil norcoreano sobrevolara Japón por primera vez en un lustro puede apuntar a una intensificación, en cantidad y envergadura, de las pruebas de armas norcoreanas tal y como ya sucedió precisamente en 2017, cuando el régimen realizó el que de momento es su último test nuclear hasta la fecha.
De hecho, los satélites han revelado que Corea del Norte lleva meses preparada para una nueva detonación, y los analistas creen que el lanzamiento del martes puede anticipar un nuevo ensayo atómico que, apuntan, casi con toda probabilidad se haría tras la conclusión del congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) para no soliviantar a Pekín, principal socio de Pyongyang.