recuperarse de la enorme tormenta que arrojó más de 1.8 metros de nieve en el oeste y norte del estado, y a la que se le atribuyen tres muertes, anunció el lunes la Casa Blanca.
La declaración de emergencia autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias coordinar la ayuda en caso de desastre en 11 condados que se vieron afectados por la tormenta de nieve del viernes y sábado.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, agradeció al presidente por aprobar su solicitud de asistencia y añadió en un comunicado de prensa que "mi equipo y yo seguiremos trabajando las 24 horas del día para mantener a todos a salvo, ayudar a las comunidades con las labores de limpieza y obtener hasta el último dólar para ayudar a la reconstrucción y recuperación de esta tormenta invernal sin precedentes".
El Servicio Nacional de Meteorología registró 203 centímetros de nieve en los suburbios de Hamburg y Orchard Park, donde se ubica el estadio del equipo de la NFL de los Bills de Buffalo, y 188 centímetros en Natural Bridge, una localidad cercana a Watertown frente al extremo este del lago Ontario.
La tormenta obligó a los Bills a mover el juego del domingo contra los Browns de Cleveland a Detroit. Los Bills ganaron 31-23.
El lunes, el ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz, actualizó la cifra de muertos a causa de la tormenta de dos a tres. Todas las víctimas eran hombres que sufrieron infartos cardíacos mientras paleaban nieve, comentó.
La primera nevada de importancia de la temporada puso a prueba a las cuadrillas de obras de Buffalo y a su nuevo comisionado, Nathan Marton, quien enfrentó su "prueba de fuego", señaló el alcalde de la ciudad Byron Brown, en respuesta a las quejas de que algunas de las calles seguían siendo intransitables dos días después de lo peor de la nevada.