provenientes de China, alegando que Pekín no comparte suficiente información sobre el aumento de casos de coronavirus allí, anunció un funcionario de la salud federal hoy.
**A partir del 5 de enero** "todos los pasajeros aéreos de dos años o más cuyo origen sea China deberán hacerse una prueba de no más de dos días antes de su salida desde China, Hong Kong y Macao, y **mostrar un resultado negativo a las aerolíneas** al momento de la salida", indicó el funcionario.
"El rápido aumento reciente en la transmisión de COVID-19 en China aumenta la posibilidad de que surjan nuevas variantes", según acotó.
Según el funcionario, **Pekín solamente ha proporcionado datos limitados sobre las variantes** que circulan en China a las bases de datos globales, y las pruebas y los informes sobre nuevos casos también han disminuido.
"Según esta falta de disponibilidad de datos es más difícil para los funcionarios de salud pública de Estados Unidos **identificar nuevas variantes que se propaguen**" al país norteamericano, dijo.
El **requisito de la prueba se aplica a los pasajeros del transporte aéreo independientemente de su nacionalidad** y estado de vacunación, e incluye a las personas que viajan a Estados Unidos desde China a través de terceros países, así como a las que hacen escala en cualquier aeropuerto estadounidense.