defender el sistema público de salud de la región que alberga a la capital de España, lastrado desde hace meses por falta de personal y de recursos.
Los grupos de manifestantes, entre los cuales había numerosos empleados del sector de la salud, se dieron cita en distintos puntos de Madrid con tambores y silbatos para confluir ante la municipalidad con pancartas con varias consignas como "La salud no se vende, se defiende".
La protesta congregó a 250.000 personas según las autoridades y cerca de medio millón según los entes organizadores, que pidieron "más recursos" al gobierno autonómico de Madrid, que está acusado de favorecer a los prestadores privados en detrimento del sistema público de salud.
Esta manifestación es la tercera movilización de gran envergadura en menos de tres meses en la capital española, después de dos protestas, la primera el 13 de noviembre de 2022 y una segunda el 15 de enero.
En Madrid, parte de las personas que ejercen medicina está en huelga indefinida desde el 21 de noviembre para reclamar mejores condiciones de trabajo, una menor carga de pacientes y aumentos salariales en el sistema público.
El descontento con las carencias del sistema de salud afecta a varias regiones de España, un país descentralizado donde las autoridades autonómicas gestionan temas como la salud. Pero es en Madrid -que gobierna el *Partido Popular*, de derecha- donde el movimiento de protesta es más fuerte.