"terrible" en los civiles, una "lamentable situación humanitaria y horrendas perspectivas de una mayor escalada". Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 330 personas han muerto y más de 3.200 han resultado heridas desde que estallaron los enfrentamientos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, demandó este jueves (20.04.2023) una tregua inmediata de al menos tres días en Sudán, coincidiendo con el fin del Ramadán.
"El cese de las hostilidades debe venir seguido de un diálogo serio, que permita una transición exitosa, empezando con el nombramiento de un Gobierno civil", dijo Guterres a los periodistas tras una reunión virtual con la Unión Africana (UA) y otras organizaciones regionales.
Según dijo, en la cita hubo un "claro consenso" para condenar los combates entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y buscar un cese de la violencia "como prioridad inmediata".
-Combates continúan, pese a tregua-
Los combates continuaron este jueves entre el Ejército y las FAR en Jartum y otras regiones de Sudán, pese a la tregua de 24 horas anunciada por las partes y en medio de crecientes alertas acerca de la situación humanitaria y sanitaria de la población.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos 330 personas han muerto y más de 3.200 han resultado heridas desde que estallaron los enfrentamientos el pasado sábado entre los dos generales que se disputan el poder tras haber dado un golpe de Estado en 2021.
António Guterres también denunció los ataques perpetrados contra escuelas, hospitales e instalaciones humanitarias, que han hecho "virtualmente imposibles" las operaciones de apoyo a la población.
-Ejército rechaza negociar con FAR-
Por su parte, este jueves, el Ejército de Sudán manifestó su "rechazo contundente a entrar en negociaciones" con las FAR, más allá de las treguas humanitarias que se han puesto sobre la mesa.
En los últimos días, el líder del grupo paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo "Hemedti", ya había dicho que tampoco está dispuesto a negociar con el jefe del Ejército, general Abdelfatah al Burhan.