en su propio país, se sintieron horrorizados al ver al presidente sirio, Bashar al Assad, en la capital de Arabia Saudita el fin de semana pasado con motivo de una cumbre especial sobre el conflicto entre Hamás e Israel.
Después de más de una década de guerra, consideran al dictador sirio responsable de algunas de las peores brutalidades en su país: el desplazamiento de millones de personas, la tortura de miles de sirios y aproximadamente medio millón de muertos.
"El discurso de Assad en las reuniones de Riad sobre la situación en Gaza podría merecer un premio al momento más hipócrita del mundo", dice a DW Celine Kassem, activista y responsable de comunicaciones del Grupo de Trabajo de Emergencia Siria, con sede en Washington.
El sábado (11.11.2023), Assad pronunció un discurso en Arabia Saudita como parte de la cumbre especial, que reunió a miembros del organismo de cooperación regional, a la Liga Árabe y a miembros de la Organización Mundial de Cooperación Islámica. En este encuentro, los líderes árabes argumentaron que Israel estaba violando las leyes humanitarias internacionales y acusaron al país de cometer crímenes de guerra contra los civiles de Gaza. En su intervención, el dictador sirio criticó los acuerdos de normalización entre otros países de Oriente Medio e Israel.
Israel ha estado bombardeando la Franja de Gaza desde el ataque del 7 de octubre por parte del grupo terrorista Hamás contra Israel, en el que fallecieron alrededor de 1.200 israelíes. El número de muertos en Gaza después de un mes de bombardeos asciende a más de 11.000, según el Ministerio de Salud de Gaza, en manos de Hamás. El fin de semana pasado, un diplomático sénior estadounidense sugirió que la cifra de muertos en Gaza probablemente era mucho mayor.
"Me disgustó ver a tal criminal de guerra, una persona con una historia tan oscura, hablando de estas cosas terribles", relata Ibrahim Zeidan, periodista y activista radicado en Idlib, una zona en el norte de Siria controlada por la oposición siria. "Durante su discurso, recordé que [los sirios] habían sido atacados con armas químicas, que había niños y civiles sin poder respirar y sin ninguna ayuda médica, porque todos los hospitales de Khan Shaykhun (en el sur de Idlib) fueron bombardeados ese día", explica.
Y no solo atacaron a los sirios, añade Kassem. Las fuerzas de Assad también sitiaron y bombardearon a palestinos, que anteriormente buscaban refugio en Siria, un país que alguna vez defendió la idea de un Estado para los palestinos.
Lazos complejos entre Siria y territorios palestinos
La relación de Siria con los palestinos y Hamás es larga y complicada. Los orígenes de Hamás residen en el grupo transnacional Hermanos Musulmanes, que cree que la política debe guiarse por la religion y se ocupa de actividades comunitarias y de bienestar social, pero que también tiene un brazo armado.
En Siria, los Hermanos Musulmanes se han opuesto al poder que la familia de Assad ha ostentado durante décadas. En 1982, cuando el padre de Bashar al Assad, Hafez al Assad, estaba en el poder, las tropas sirias sofocaron una revuelta encabezada por los Hermanos Musulmanes en la ciudad de Hama, en el centro de Siria. Allí mataron entre 10.000 y 30.000 habitantes.
Más tarde, el Gobierno sirio se enorgulleció de apoyar la causa palestina. También la población siria veía esto con buenos ojos. Damasco se convirtió en un refugio para los palestinos que huían de Israel y en el hogar para alrededor de medio millón. Siria incluso acogió durante años a uno de los líderes de Hamás en el exilio, Khaled Mashaal, a pesar de que la familia Assad a menudo estaba en desacuerdo con Hamás, menos cuando utilizaba al grupo para promover sus propios objetivos de política exterior.
Sin embargo, en 2012, cuando la pacífica revolución siria comenzó a convertirse en una sangrienta guerra civil, la relación se resquebrajó. Hamás se negó a tomar partido en el levantamiento del país y su exlíder Khalid Mashaal partió hacia Qatar, donde aún vive hoy.
Enclave sitiado en Damasco
Durante la guerra civil, como señaló el activista sirio Kassem, las fuerzas del Gobierno sirio atacaron deliberadamente a civiles palestinos en el distrito de Yarmouk, un barrio que se había transformado: pasó de ser un campo de refugiados palestinos a un barrio de mayoría palestina.
Después de que los rebeldes antigubernamentales tomaran el control de Yarmouk, las fuerzas de Assad lo sitiaron, impidiendo la entrada de alimentos, energía, medicinas y otros suministros. Debido a que nadie podía entrar ni salir, muchos lo llamaron en ese momento "la Gaza de Siria".
A fines de 2022, después de que Assad fuera invitado a regresar a la Liga Árabe tras una década de suspensión, Hamás y el régimen sirio también se reconciliaron. La Liga Árabe había suspendido a Siria debido a la guerra civil, pero en 2022 no vio otra solución que volver a tratar directamente con el gobierno de Assad para mantener la estabilidad regional.
Así y todo, todavía hay muchas señales de que sigue sin haber confianza entre Hamás y Assad, escribió en un análisis la semana pasada Samuel Ramani, miembro asociado del grupo de expertos británico centrado en la seguridad, el Royal United Services Institute.
¿En qué situación se halla ahora el régimen de Assad?
Después de la cumbre de Riad, los países participantes emitieron una declaración conjunta. Pidieron un alto el fuego y el fin del asedio de Gaza por parte de Israel, para poder entregar energía, agua, alimentos, medicinas y otros suministros. También instaron a la Corte Penal Internacional a investigar "los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad que Israel está cometiendo" en los territorios palestinos.
El Gobierno sirio también firmó la resolución. Sin embargo, aparte de eso, en realidad no ha desempeñado un papel importante en el conflicto actual.
"Aunque el régimen sirio... ha expresado solidaridad con Gaza, se ha abstenido de (realizar) escaladas de gran alcance contra Israel", explica Ramani. "La respuesta del régimen sirio a la guerra de Gaza se ha caracterizado por una retórica estridente, pero una acción contenida, ya que no desea asumir riesgos políticos y de seguridad por Hamás."
Hasta ahora, Siria ha limitado la acción militar contra Israel a bombardeos esporádicos transfronterizos y ataques con cohetes contra los Altos del Golán ocupados, dice Ramani. Pero, de todos modos, esto es algo que ha estado sucediendo durante años.
El Ejército israelí ha seguido lanzando misiles contra los aeropuertos sirios de Damasco y Alepo, dejándolos inoperables, aparentemente para impedir la entrada de combatientes o armas de Irán. Pero Israel no ha intentado eliminar objetivos militares sirios o rusos. Estados Unidos ha atacado lo que dice son bases iraníes en Siria.
El Gobierno sirio es "muy débil"
En una entrevista con el sitio web Syria Direct, Joseph Daher, profesor del Instituto Universitario Europeo y experto en Siria, señaló que el Gobierno sirio es, en realidad, un "actor muy débil... pasivo", sin mucha fuerza militar propia. El Gobierno de Assad sólo sobrevivió a la guerra civil gracias al apoyo militar y la intervención de Irán y Rusia.
Si bien es poco probable que el propio Gobierno sirio tome muchas medidas, varias milicias que operan dentro del país, apoyadas por Irán, sí podrían hacerlo. Estos actúan casi independientemente del Gobierno sirio.
Sin embargo, en este momento, sugieren los analistas, nadie parece querer eso.
"A pesar de la sucesión de ataques y contraataques, ninguna de las partes (Estados Unidos e Israel, por un lado, e Irán y los grupos que apoya, por el otro) parece querer una escalada regional importante", afirman investigadores del grupo de expertos International Crisis Group en un análisis publicado a fines de la semana pasada. "Pero, a medida que la guerra en Gaza continúa, el riesgo de que eso suceda seguirá aumentando", advierten.
Los activistas sirios, desplazados o que aún luchan por la justicia en el exilio, creen que todo lo que está sucediendo en Medio Oriente debe verse como algo conectado. Algunos han argumentado que permitir que el régimen de Assad se salga con la suya, cometiendo crímenes contra la humanidad, como bombardear hospitales, matar a periodistas y lanzar ataques con armas químicas, ha llevado a la degradación de todo el sistema del derecho internacional humanitario.
La presencia de Assad en el evento regional del fin de semana pasado y en otros "es un doloroso recordatorio de la lucha actual por la paz y la justicia en nuestra región", dice a DW el periodista Zeidan, radicado en Idlib. "Y debería recordarnos a todos la necesidad de justicia y responsabilidad por las cosas terribles que sucedieron en Siria".