a los cárteles de la droga por órdenes de Estados Unidos o cualquier otro país, y que seguirá su política 'México Primero', enfocada a priorizar la lucha contra la pobreza y la falta de oportunidades en el país.
Este viernes, durante su conferencia matutina, el mandatario negó la existencia de un plan a futuro para combatir las células del crimen organizado. "No vamos a actuar como policías de ningún gobierno extranjero", indicó. "Primero México. Primero nuestra casa".
López Obrador argumentó que el tráfico de drogas es un problema de EE.UU., no de México. Sin embargo, se ofreció a cooperar para reducir el flujo de estupefacientes al país vecino por "motivos humanitarios" y no como un objetivo prioritario de su país.
"Desde luego que sí ayudamos y cooperamos en el combate a las drogas, sobre todo porque ya se convirtió en un asunto muy delicado, triste, humanitario, porque pierden la vida muchos jóvenes en EE.UU. por el fentanilo", manifestó.
La Administración del morenista se ha enfocado en dejar claro que el problema del narcotráfico radica principalmente en la demanda de drogas por parte de los estadounidenses y no tanto en México. El presidente se ha visto envuelto en polémicas por criticar la "demonización" de los cárteles y no actuar contra la ola criminal que enfrenta el país, derivada, en parte, de la lucha entre estructuras ilegales por el control territorial.