canadiense First Quantum Minerals iniciar un diálogo directo "en calma", sin arbitraje internacional, sobre la posible reapertura de su mina en el Caribe panameño.
La compañía acudió a un arbitraje para exigir 20.000 millones de dólares en compensación por la decisión del gobierno del país, aprobada por la Asamblea Nacional, de cerrar su mina, convertida en el foco de protestas que semiparalizaron el país durante más de un mes a fines de 2023 por los supuestos daños medioambientales que causaba.
"No se olviden que el gobierno es dueño de esa concesión (...) sobre esa base podemos conversar para abrir (o) para cerrar" definitivamente la mina Cobre Panamá, dijo Mulino en una entrevista con la radio ArCa Media En Directo.
Sin embargo, "no voy a aceptar hablar de mina con esos arbitrajes activos", añadió el presidente electo, quien debe asumir el mando el 1 de julio.
La minera, que inició el 1 de diciembre el proceso arbitral, no ha respondido a la petición de la agencia AFP sobre su posición a las declaraciones de Mulino.
"Se abre la vía del diálogo entre el Estado y la empresa para buscar una solución que beneficie a ambas partes", dijo a la AFP el director ejecutivo de la Cámara Minera de Panamá, Zorel Morales.
Sin embargo, las palabras de Mulino no agradaron al biólogo y ambientalista Guido Berguido, quien indicó que el próximo presidente no puede negociar la reapertura de la mina, pues existe una "ley de moratoria minera indefinida" aprobada por el Congreso el 3 de noviembre.
"Para mí que (Mulino) está siendo político, tratando de apaciguar las aguas y para que las acciones de First Quantum suban, dándole esperanza de algo", declaró a la AFP Berguido, director ejecutivo de la ONG Asociación Adopta Bosque Panamá.
Mulino ganó las elecciones del domingo empujado por la popularidad del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), asilado desde hace tres meses en la embajada de Nicaragua para evitar ser encarcelado tras ser condenado por blanqueo de capitales.