en su apoyo a Ucrania, dijo el martes (11.06.2024) el presidente letón, Edgars Rinkevics. La división enfatiza los enfoques divergentes hacia Rusia y Ucrania entre las naciones de Europa central, en medio de los continuos estrechos vínculos del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, con Rusia y su negativa a entregar armas a Ucrania.
El presidente húngaro no asistió siquiera a la cumbre en Riga del grupo de los Nueve de Bucarest, como se conoce a los países de la frontera oriental de la OTAN. Rinkevics dijo que el presidente de Hungría, Tamas Sulyok, canceló su viaje a la cumbre el fin de semana. "Lo más importante es que tengamos un enfoque más coordinado en la cumbre (de la OTAN) en Washington, en lo que respecta al apoyo a Ucrania, en lo que respecta al fortalecimiento de las capacidades de la alianza", dijo Rinkevics antes de la reunión.
::: "Diferentes visiones"
Los líderes presentes reafirmaron en Riga su compromiso con el suministro de armas y otros tipos de apoyo a Ucrania, pero no pudieron disimular las desavenencias. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reafirmó en la rueda de prensa final que espera que en la cumbre de la OTAN en Washington sea posible acordar una misión para coordinar la ayuda militar y proporcionar adiestramiento a soldados ucranianos.
"Hay diferentes visiones", admitió el noruego, pero agregó que confía en que finalmente sea posible llegar a una decisión al respecto, así como en vistas a un compromiso financiero a largo plazo con Ucrania y a ayudar a este país en su camino hacia el ingreso en la OTAN. El secretario general de la Organización recordó que los países de la OTAN están proporcionando entre todos 40.000 millones de euros de apoyo a Ucrania cada año e instó a mantener este nivel "el tiempo que sea necesario".
La propuesta para coordinar la ayuda a Ucrania a través de una misión de la OTAN ha chocado con el escepticismo de algunos aliados, mientras que algunos analistas la consideran un paso para prevenir los efectos que puede tener un posible cambio de Gobierno en Estados Unidos en noviembre para el apoyo a Kiev.
Tanto Stoltenberg, que negó recientemente que hubiera "amenaza militar inmediata" alguna contra la OTAN, como el presidente polaco, Andrzej Duda, aludieron además a las tensiones en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde según afirmaron se están produciendo "operaciones híbridas" por parte de Minsk para desestabilizar a Europa, utilizando a migrantes, pero también sabotajes, ciberataques y campañas de desinformación.
::: Una cumbre sin declaración final conjunta
El encuentro en Riga, al que asistieron entre otros líderes el presidente letón, Edgars Rinkevics y el polaco Andrzej Duda, finalizó sin una declaración conjunta, lo que señaliza divergencias de opinión entre los países del B9. El presidente búlgaro, Rumen Radev, declaró a la agencia búlgara BTA que no había consenso sobre cómo poner fin a la guerra de Ucrania, ya que, aunque todos quieren restablecer la integridad territorial del país, algunos apuestan por ganar la guerra contra Rusia y otros creen que las negociaciones de paz son la única vía realista. Una opción que hoy el presidente ucraniano, Volodimir Zelenzki, ha vuelto a descartar desde Berlín.
Los Nueve de Bucarest incluyen a Bulgaria, la República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. Estos tres últimos sólo enviaron representación diplomática a Riga y no a sus jefes de Estado. El Ministerio de Asuntos Exteriores eslovaco dijo a Reuters que el mandato de Caputova terminaba esta semana y que Fico no pudo asistir porque se estaba recuperando de un intento de asesinato en mayo.