Jr. como secretario de Salud en la nueva Administración del republicano Donald Trump. La Cámara Alta, controlada por los republicanos, le dio su visto bueno con una ajustada mayoría de 52 votos a favor y 48 en contra.
Pasa a dirigir un departamento con más de 80.000 empleados y un presupuesto de 1.700 millones de dólares, en un momento en el que los científicos alertan que la gripe aviar podría desencadenar una pandemia y las tasas de vacunación en declive hacen temer que vuelvan a emerger algunas enfermedades infantiles.
Otrora abogado ambientalista, Kennedy pasó gran parte de las últimas dos décadas promoviendo teorías de conspiración que vinculan las vacunas infantiles con el autismo. Trump subrayó al designarlo en noviembre, a través de su red social, Truth Social, que velar por la salud de los ciudadanos es el puesto más importante del Ejecutivo y destacó que "durante demasiado tiempo" los estadounidenses habían sido "aplastados por el sistema industrial alimenticio y las farmacéuticas que han recurrido al engaño, la desinformación y la manipulación" en cuestiones de salud pública.
Kennedy Jr., de 71 años, es hijo del ex fiscal general de EE.UU. Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente demócrata John F. Kennedy (JFK), ambos asesinados en la década de los sesenta, pero el clan de los Kennedy se ha desmarcado de él por su cercanía con Trump. Antes de dar su apoyo al republicano, comenzó una fallida carrera a la Presidencia por el bando demócrata.
Su elección como secretario de Salud fue cuestionada, incluso un grupo de premios Nobel escribió una carta en su contra, y se unió a la polémica lista con la que conformó su gabinete, como el dueño de X, Elon Musk, como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el presentador de Fox News Pete Hegseth como jefe del Pentágono o el legislador Matt Gaetz como fiscal general. Este último renunció arrastrado por sus escándalos sexuales y fue sustituido por Pam Bondi, pero el Senado, controlado por los republicanos, ha aprobado a todos los nominados por Trump hasta la fecha.
En su audiencia de confirmación en el Senado el pasado 29 de enero, Kennedy Jr. negó ser un antivacunas y se comprometió a no desincentivar su uso, pese a haber defendido en el pasado que ninguna es segura. En concreto, dijo que apoya la administración de aquellas contra el sarampión y la polio: "No haré nada como secretario de Salud que dificulte o desanime a las personas a recibir cualquiera de esas vacunas", dijo.