Opinó que de la implementación de estas reformas dependerá que México cuente con un atractivo adicional para la inversión extranjera directa, pero también para el crecimiento de la inversión nacional.
Para el BID, añadió, este será un "buen sexenio" para México, y por ello el banco ya trabaja en la estrategia para contribuir al desarrollo del país, dentro de la cual podría otorgar este año préstamos entre mil y mil 500 millones de dólares, además de brindar cooperación para el diseño de políticas públicas.
Resaltó que el BID ve con mucho agrado la firma del Pacto por México, pues este acuerdo entre partidos y Ejecutivo federal ofrece los elementos que necesitaba para mejorar su productividad, lo que da una "señal de estabilidad" que es replicable en América Latina.
Este tipo de acuerdos nacionales ayudan mucho a tomar decisiones de política pública de manera consensual, y aunque habrá reformas que encontrarán oposición, "en general se han tomado decisiones bastantes drásticas de cambios que creo que son relevantes para México", destacó.
Apuntó que las reformas educativa y laboral ya aprobadas son fundamentales para mejorar la capacidad del capital humano mexicano, y habrá nuevas propuestas en materia energética y fiscal, las cuales en conjunto pueden dar una señal importante para que más empresas lleguen a México.
"Creo que se tienen elementos para hablar de una economía mexicana que es sólida en lo macroeconómico y que está tomando decisiones para sus reformas de cambio estructural y de mejora en su productividad", destacó la representante del BID en el país.
Consideró que las reformas estructurales serán un elemento para atraer más inversiones, tanto nacionales como extranjeras, aunque mucho de ello dependerá de la forma en que se implementen estos cambios.
Araoz Fernández mencionó además que este proceso de negociación que hay en México, también llevará a que el país busque alcanzar acuerdos y asociaciones con otros países emergentes de América Latina y Asia-Pacífico, y no sólo crecer ligado a Estados Unidos.
"Entonces vemos que México puede hacerse de un centro interesante de atracción para el inversionista en general", destacó en entrevista con Notimex en el marco de un evento de Universidad La Salle (ULSA) sobre protocolos para empresas familiares.
México, reiteró, es un país emergente que está siendo bien visto en el exterior como una economía atractiva para los capitales, con la posibilidad de que éstos se conviertan en inversiones reales, lo que es positivo.
En general, el BID ve que este será un buen sexenio para México y en este momentos ya trabaja en la estrategia banco-país con el ánimo de contribuir en la estrategia de desarrollo que se está llevando a cabo, tanto en la parte macro como microeconómica, explicó.
La funcionaria añadió que el organismo internacional ya trabaja en la programación de los préstamos que otorgará este año a México, los cuales pueden estar entre los 1,000 y 1,500 millones de dólares, pero destacó igual de importante es la cooperación que el BID puede brindar en el diseño de políticas públicas para el desarrollo productivo.