La medida de suprimir la tarifa del 20 por ciento para el limón y del 10 por ciento para el tomate busca propiciar una rebaja en sus precios, así como aliviar presiones sobre la inflación, derivada de condiciones climáticas y sanitarias adversas, que incluyen heladas y plagas.
Las medidas son "en respuesta a los efectos que se dieron en términos climatológicos afectando algunos vegetales en específico", dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en rueda de prensa.
El cupo para la importación de pollo sin arancel es de 300 mil toneladas destinadas a cubrir la demanda interna, en momentos en que la producción de ese rubro ha sido afectada por un brote de influenza aviar que provocó el sacrificio de millones de aves.
Al inicio, el cupo será asignado en términos de primero en tiempo, primero en derecho, dijo Guajardo. No quedó claro si el pollo entrará al mercado mexicano sin arancel o con arancel reducido.
El funcionario señaló que el tomate verde, clave en la dieta de los mexicanos, experimentó un alza de precio de hasta 200 por ciento en relación al año pasado y que el pollo subió entre 10 y 15 por ciento desde enero a la fecha.
La inflación anualizada en México trepó al 4.65 por ciento al cierre de abril, su mayor nivel en siete meses, y fue superior al 4.25 por ciento registrado el mes previo.
La cifra está muy por encima del objetivo oficial de inflación del 3 por ciento +/- un punto porcentual, pero el jefe del banco central, Agustín Carstens, ha dicho que espera que empiece a ceder en el tercer trimestre de este año.