El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central "estima que esta decisión contribuirá a colocar la inflación en declive y asegurar que esta tendencia persista el próximo año", señaló una nota oficial.
"Es una señal fuerte del Banco Central de que está preocupado por la inflación", consideró el economista Felipe Queiroz, analista de la calificadora de riesgo brasileña Austin Rating.
"Hace unos meses, el Banco Central estaba más alineado con el crecimiento, pero ahora la inflación se ha elevado demasiado, saliéndose de control", añadió en declaraciones a la AFP.
En junio, la inflación en Brasil llegó a 6,7% en 12 meses, superando el centro de la meta oficial de 4,5% y también el umbral máximo de tolerancia, de 6,5%.
Ya en abril el Banco Central había aumentado la tasa desde un mínimo histórico de 7,25% a 7,5%, mientras que en la reunión de mayo subió la tasa a 8,0%, preocupado por el alza de la inflación.
Pero la contrapartida de un aumento de tasas es un encarecimiento del crédito que afecta la inversión y el consumo, que ha sido un gran motor de crecimiento de la economía brasileña los últimos años.
El escenario actual de la economía es difícil para Brasil, la mayor economía latinoamericana y la séptima del mundo: el PIB se expandió apenas un 0,6% en el primer trimestre de 2013 respecto al anterior, y 1,9% sobre igual lapso de 2012.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff busca impulsar el crecimiento a poco más de un año de las elecciones de octubre de 2014.