El riesgo se encuentra en el exterior, en particular en las economías emergentes, cuyo ritmo experimenta una baja, y si países como Estados Unidos y otros desarrollados, podrán hacer frente a ese descenso, agregó.
En un discurso en la ciudad de Kushiro, en la norteña prefectura de Hokkaido, dijo que además está prestando atención a las tasas de largo plazo y la productividad estadunidenses, así como al precio del petróleo, señaló un despacho de la agencia Kyodo.
También recomendó flexibilidad en la revisión de la política monetaria japonesa, que desde abril pasado aplica controles laxos, pues podría ocurrir que los efectos ocultos de ese ritmo exceda a los positivos, si se mantiene demasiado tiempo.
En tanto este jueves se informó que la balanza comercial japonesa sumó el pasado agosto 14 meses consecutivos de déficit, debido a las importaciones petroleras, lo que dañó el ritmo positivo de las exportaciones.
Analistas citados por la agencia Kyodo señalaron que es improbable que ese déficit se elimine pronto, pues las compras de petróleo seguirán a la alza debido a la salida operativa de plantas nucleoeléctricas tras el accidente en Fukushima Daiichi.