"A partir de la política que Portugal ha emprendido a través de las privatizaciones, el señor ministro nos ha invitado para que los inversionistas puedan conocer" las áreas de oportunidad, dijo Peña Nieto en un mensaje conjunto con Passos Coelho, quien llegó a México el miércoles en la mañana.
El presidente mexicano dijo que con la visita del primer ministro portugués los dos países relanzarán la relación bilateral en todos los ámbitos para fortalecer la cooperación comercial, económica y cultural.
Passos Coelho propuso de su lado "una revisión del acuerdo vigente de libre comercio entre México y la Unión Europea", para ampliar el intercambio entre el país azteca y el viejo continente.
"Es muy importante en ese contexto que México volviera a ver a Europa de manera actualizada" y ampliando las relaciones comerciales, añadió Passos Coelho en la conferencia, celebrada en el Palacio Nacional mexicano.
Passos Coelho señaló que el 70% del comercio exterior de Portugal va a Europa, mientras que las relaciones comerciales de México están mayormente concentrada con Estados Unidos.
"Ambos necesitamos diversificar nuestras relaciones" comerciales y "abrirnos más allá de las regiones en las que estamos", indicó Passos Coelho, quien precisó que México es el segundo socio comercial de su país en América Latina y el cuarto fuera de la Unión Europea.
El primer ministro estuvo acompañado por una delegación de 50 empresarios portugueses y por miembros de su gabinete.
Peña Nieto y Passos Coelho firmaron una declaración política conjunta, así como un convenio de transporte aéreo y un acuerdo de cooperación para reducir la demanda de drogas ilícitas y fortalecer la lucha contra el narcotráfico, entre otros.
El primer ministro de Portugal participó el miércoles por la mañana en un seminario entre empresarios mexicanos y portugueses y más tarde recibió una bienvenida oficial de Peña Nieto en el Palacio Nacional.
Los mandatarios sostuvieron primero una reunión privada y luego encabezaron un encuentro entre integrantes de ambos gobiernos antes de concluir la visita oficial con una comida de honor.