Un panel de científicos de Naciones Unidas ha advertido que las inundaciones, sequías y tormentas probablemente se volverán más severas el próximo siglo, a medida que las emisiones de gases de efecto invernadero calientan cada vez más el clima del mundo.
"Las pérdidas económicas están creciendo - desde 50.000 millones de dólares anuales en la década de 1980 a apenas por debajo de 200.000 millones de dólares anuales en la última década - y alrededor de tres cuartos de esas pérdidas son resultado del clima extremo", dijo Rachel Kyte, vicepresidenta para Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
"Si bien no se puede relacionar cada episodio del clima con el cambio climático, científicos han advertido que los eventos de clima extremo aumentarán su intensidad si el cambio climático permanece sin control", agregó.
La reaseguradora Munich Re ha estimado que el total de pérdidas por desastres fue de 3,8 billones de dólares entre 1980 y 2012, de los cuales el 74 por ciento se atribuye al clima extremo.
Más de 3.900 personas murieron como consecuencia del paso por Filipinas del tifón Haiyan, una de las tormentas más potentes de las que se tiene registro.
El tifón generó renovada atención sobre el impacto del cambio climático y coincidió con el inicio de la cumbre de la ONU entre el 11 y el 22 de noviembre en la capital polaca, Varsovia, donde los gobiernos están intentando delinear planes para paliar sus efectos.
ECONOMÍAS EMERGENTES EN RIESGO
Muchas naciones han dicho que el tifón marca una tendencia hacia el clima extremo y que fue un ejemplo para impulsar la acción en Varsovia, en una reunión que busca puntualizar los elementos de un nuevo acuerdo global en 2015, que entraría en vigor a partir de 2020.
No obstante, el panel de científicos especializados en clima de la ONU indica que sólo tiene "poca confianza" en que las emisiones humanas hayan contribuido a la intensidad de los ciclones, entre los que se encuentran los tifones y los huracanes.
Como parte de las conversaciones, los gobiernos están debatiendo un mecanismo para ayudar a los países más pobres a lidiar con las pérdidas y los daños causados por el cambio climático.
Aunque los desastres relacionados con el clima pueden afectar a todos los países, se esperan pérdidas humanas y económicas más graves en las naciones en desarrollo que están construyendo sus economías en áreas vulnerables a inundaciones, sequías y temperaturas extremas, como las de Asia, dijo el Banco Mundial.
El impacto promedio de los desastres en ese tipo de países fue equivalente al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2001 y 2006, 10 veces más que el promedio en las naciones de altos ingresos, señaló la entidad.
Para ayudar a evitar costos futuros inmanejables, los gobiernos deberían focalizarse en hacer que sus países sean más resistentes a los desastres, aún cuando ello pueda requerir grandes inversiones preventivas, añadió el Banco Mundial.