Para los responsables de Standard & Poor’s, los enfrentamientos mortíferos en Kiev ponen en duda la ayuda financiera de Rusia.
Moscú acordó al gobierno ucraniano un préstamo de quince mil millones de dólares, del cual a finales de diciembre ya entregó tres mil millones. Pero, ante el empeoramiento de la situación política, ha congelado un nuevo tramo de dos mil millones. Si Rusia da marcha atrás en su ayuda, la agencia afirma que Ucrania se declararía en suspensión de pagos.