La presión sobre el gobierno griego se extiende también a las necesidades de recapitalización de los bancos helenos, que son muy dispares entre Atenas y el Fondo Monetario Internacional. El Ejecutivo exhibe unas cuentas saneadas por primera vez en años, si se excluye los intereses de la deuda, y quiere una salida lo más flexible posible del programa de asistencia.
“La llegada de la troika a Grecia se produce en medio de un ambiente electoral por los comicios europeos, regionales y municipales”, explicó la periodista de Euronews en la oficina de Atenas, Symela Touchtidou. “El primer desafío del Gobierno es cerrar las negociaciones antes de la reunión de marzo del Eurogrupo para asegurarse el nuevo tramo de ayuda. Además, no quiere que se le impongan nuevas medidas tras haber logrado un presupuesto excedentario”.