Desde hace dieciséis meses, la compañía petrolera británica estaba excluida de las adjudicaciones de estos contratos por la mayor marea negra jamás provocada en el país tras la explosión de la plataforma Deepwater en el golfo de México.
La Agencia Estadounidense de Protección del Medio Ambiente (EPA) llegó a un acuerdo con los responsables de BP para poner fin a esta sanción durante un periodo de cinco años, a cambio de que la petrolera ponga en marcha reglas de seguridad, ética y gobernanza además de un auditor independiente. Por su parte, BP retira la denuncia contra la agencia por considerar la penalización excesiva. BP pagó en su momento una multa de 4.500 millones de dólares al Estado, a parte de 7.800 millones como indemnización a las víctimas.